Rayos se llevan un punto de Torreón tras casi siete años

Para cerrar un excelente mes de febrero en el Estadio Corona, los Guerreros del Santos recibieron a los Rayos del Necaxa, equipo que hace ya 7 años no andaba por estos rumbos, debido a su periplo por la división de ascenso.

La más reciente ocasión en que Necaxa visitó Torreón, Felipe Calderón gobernaba el país, "En Tierra Hostil" ganaba el Óscar por Mejor Película y se disputaba la Copa del Mundo de la FIFA en Sudáfrica. Quizá es por ello que los laguneros aficionados a este tradicional equipo acudieron animosos al estadio Corona, en cuya explanada se podían encontrar buen número de camisetas rojiblancas, aunque los Rayos eligieron para jugar anoche un jersey más bien anaranjado, eso sí, muy llamativo y moderno, acorde a las exigencias del aficionado actual.

La sala de conciertos en la que está convertido el estadio se fue llenando de a poco, aunque parecía uno de esos partidos "flojos", vaya que los laguneros respondieron haciendo una estupenda asistencia al inmueble de la carretera Torreón - San Pedro. Desde Aguascalientes también llegaron buen número de necaxistas, alrededor de 6 autobuses procedentes de territorio hidrocálido ocuparon el estacionamiento del Territorio Santos Modelo, unidades y ocupantes fueron bien resguardados, debido a que la Liga MX no desea que sucedan una vez más sucesos similares a los acontecidos en Veracruz.

Un largo protocolo con el saludo de los jugadores, la fotografía oficial, la entonación del Glorioso Himno Nacional Mexicano y un minuto de silencio en memoria de don Carlos Miloc, fueron la antesala al silbatazo inicial que desató las emociones de los espectadores. El sol lagunero volvió a bañar a los aficionados que gozaron de un partido disputado en buena ley, con equipos entregados al máximo y jugadores que no dejaban de pelear cada balón dividido, antes de cumplirse la media hora de partido, "tiqui taca" de los Guerreros y gran definición de Osvaldo para adelantar a los dueños de casa.

Pero la reacción llegó rápidamente y ese fue el mérito de los otrora "once hermanos", con su figura Puch marcando el del empate con una sensacional media vuelta, desatando el grito que muchos aficionados laguneros a los Rayos tenían guardado desde hace más de un sexenio, festejar un gol de su equipo en su tierra, finalmente lo pudieron disfrutar. Los Guerreros se volcaron al frente en la segunda parte y lograron tomar la delantera con un poema desde el botín izquierdo de Djaniny, pero nuevamente el Necaxa reaccionó con prontitud y otra tremenda anotación de Barreiro decretó el empate final.

Santos está convertido en el rey del empate y eso no parece agradar a numerosos aficionados, quienes despidieron al equipo entre abucheos y reclamos, considerando que la victoria estaba al alcance. Los aficionados tomaron camino a casa para iniciar una nueva semana laboral, no con el sabor más dulce que pudiesen haberse llevado del estadio. No faltó quien dijera que sí servía el empate de anoche, servía para poder comprar los boletos del juego frente al América, durante la venta nocturna organizada por el club albiverde.