Agencias
BUENOS AIRES, ARGENTINA.- La actriz Margarita Gralia hizo un amplio reconocimiento al trabajo que realiza Nacha Guevara en la versión argentina de la obra El Graduado, pero aclaró que sin dudas se queda con la Mrs. Robinson que ella interpreta en México.
"Me quedo con mi Mrs. Robinson", dijo a Notimex entre risas, después de la premier de El Graduado que se realizó en esta capital en medio de una fuerte expectación por el desnudo total que Guevara realiza a los 64 años.
Gralia, quien viajó a Buenos Aires sólo para asistir al estreno de la obra, afirmó que el trabajo de la actriz argentina le pareció "espectacular y maravilloso" porque tanto el desnudo como el nivel de actuación que exige El Graduado representan un riesgo.
Explicó que es amiga de Guevara desde hace mucho tiempo y que más que sorprenderla le agradó saber que ella interpretaría a Mrs. Robinson, la cuarentona alcohólica que seduce a un joven de 20 años.
La actriz de origen argentino rechazó comparar las interpretaciones de ambas, ya que dijo, cada una construye a un personaje diferente plagado de matices de acuerdo con la lectura que hace de la obra.
Acompañada de la productora mexicana Fela Fábregas, Gralia anticipó que a ella aun le falta cumplir una larga temporada como la Mrs. Robinson mexicana, ya que a las 300 representaciones que ya cumplió en el Distrito Federal sumará una gira por el interior del país.
Agregó que también está contemplada una gira por algunas ciudades de Estados Unidos, como resultado del fuerte impacto que ha tenido la calidad del montaje de la obra en México.
Esa calidad se repite en la versión argentina, que al igual que la mexicana, fue dirigida por Felipe Fernández del Paso, quien en 2002 fue nominado a un premio Oscar de Hollywood por la dirección de arte de la película Frida.
Fernández del Paso, también presente en el estreno de El Graduado en Buenos Aires, afirmó que se siente contento de que Gralia y Guevara sean sus dos Mrs. Robinson.
Deleita el paladar
Enfundada en un ajustado pantalón negro que enmarca su estupenda figura, la actriz Margarita Gralia salta de su automóvil para cruzar la puerta de su feudo en la ciudad de México: El abuelo Agustín.
Recorre cada una de las mesas y saluda afablemente a los comensales. Le inquieta saber cómo han sido atendidos y si están satisfechos con la comida y el servicio. "Es algo que disfruto, me siento obligada a agradecer a cada uno por su presencia", comenta.
El restaurante ocupa una casita de dos pisos cubierta de enredaderas, que escapa al bullicio y trajín de los grandes edificios; se ubica al sur de la avenida Insurgentes.
"Le puse el nombre de mi abuelo, un español de las Islas Canarias que llegó a Argentina y que, como todos los buenos abuelos, fue una imagen de la tradición y el consentimiento y me dejó una cauda de tiernos recuerdos infantiles que perduran", dice Margarita.
Recibe al visitante un espacio destinado a la elaboración de churros, la debilidad de la actriz.
En el desayuno, para empezar, y si les apetece, los clientes pueden disfrutar la lectura de la oda al churro, del escritor Germán Dehesa, y luego dar buena cuenta de una dotación de crujientes y calientitos churros con chocolate de varios estilos: a la española, francesa o mexicana, y elegir después entre una variedad de huevos al gusto, chilaquiles, enchiladas, enfrijoladas o entomatadas, ya que las clásicas empanadas de carne o de elote son la única especialidad argentina de la casa, aunque también llegan a mexicanizarse, pues las sirven rellenas de pollo con mole.
Un cartel con la bella figura de Margarita ocupa todo lo largo de un muro.
Mientras bebe su té de manzanilla, la actriz nos hace confidencias: "Como mujer, estoy comprometida a demostrar que tenemos muchas capacidades y muchos sueños que realizar. Pero considero que es en el matrimonio y la familia donde se halla la fuerza, donde se cargan las pilas, donde se encuentra el refugio más seguro".
Para confirmar su dicho, nos hace saber que su matrimonio con el escenógrafo Ariel Bianco dura ya 31 años y es uno de los mayores éxitos que hay en su vida. "Nos casamos un 12 de marzo y lo volvería a hacer", asegura la bella actriz y hoy empresaria.
Sobre su relación con Ariel Bianco, la argentina Margarita Gralia agrega: "La inteligencia, el respeto mutuo, el interés por el otro y el sentido del humor son lo que han sostenido nuestra unión".
Es como si tocaran ambos un permanente concierto a cuatro manos. De hecho, Ariel se hizo cargo de la decoración del restaurante, en la que, de cualquier modo, Margarita "metió su cuchara": Sugirió los cestos, las espigas de trigo y el color amarillo de los muros.
Para la actriz, su restaurante es un sueño cumplido: "Lo desee desde hace siete años, cuando me vino la idea. Es algo muy propio, donde expreso mi gusto particular por ser anfitriona".
Para hacerlo bien, tomó un curso especial de administración de restaurantes y se asesoró con expertos como Oscar Cremosco y Carlos Pablovich, dirgentes de los "Cambalache".
En el menú del lugar, las especialidades mexicanas desempeñan un buen papel, lo mismo que las ensaladas. En el segundo piso está "la verdulería", con infinidad de verduras y aderezos para confeccionar la mezcla que se desee.
Para quienes prefieren solo "tapear", se ofrece una variedad de embutidos como butifarra, chistorra, croquetas de jamón serrano, salchichón Pirineos y la clásica tortilla española; todo ello con un buen vino.
Hace unos ocho meses, Margarita Gralia caminaba por San Miguel de Allende, Guanajuato, cuando vio que se rentaba una casona del siglo XVI, que en tiempos recientes había ocupado un banco. Todo fue como atrapar la oportunidad.
"En ese instante decidí abrir allí un lugar para los que habitan San Miguel. Sabía que allí la oferta de restaurantes es muy grande, pero faltaba un espacio informal y donde siempre hubiera churros calientes".
Pronto sus comensales pidieron más y Margarita amplió su oferta a desayunos, comidas, meriendas y cenas. Con el apoyo de su gerente Juan Ramírez y con la chef Graciela Yáñez, ese primer restaurante es también un éxito. Allí se han creado platillos como la omelete "Paulina", de claras de huevo con espinacas, sin grasa y acompañado de rodajas de jitomate, para el desayuno.
La intérprete teatral de El Graduado acaba su taza de té y nos hace un comentario, "acá entre nos": "Yo también como churros y chocolate y todo lo que aquí se ofrece; el secreto de mantenerse en línea radica en no exagerar con la comida y estar siempre atareada".
