Sinceramente
Sinceramente: De nuestra actual situación los mexicanos no debemos culpar del todo al Sr. Trump.
Sabemos con claridad absoluta que el peso iba a sufrir un descalabro en cualquier momento, debido básicamente a dos motivos, el primero, el precio del petróleo, cuyos ingresos son en buena medida el soporte de nuestra economía y el segundo motivo el sobreendeudamiento de la nación; también sabemos que la reforma fiscal no le dio la liquidez suficiente y tan esperada por nuestro régimen de gobierno que nunca se apretó el cinturón y a escasos veinte meses de dejar el poder vieron como la solución más rápida para hacerse de dinerito, pues quitarle el subsidio a la gasolina, y con esta gran idea pues ahora sí, que venga el tan temido “año de Hidalgo” y ellos pues a llevarse hasta los botes de basura valiéndoles “queso” si su partido pierde la próxima presidencia, o bien, como los grandes “magos” que son, volver a engatusar al grueso de la población más amolada de nuestra nación y volver a ganar y ¡Viva México… Señores!
El señor Trump, como cualquier empresario, no se hizo rico firmando cheques de beneficencia, y menos aun, dando palmadas al prójimo, es por supuesto agresivo y feroz como negociante.
Hay personas en el mundo cuyas necesidades de poder y dinero son insaciables, por alguna razón que desde su niñez los afectó severamente y se aprecia que entre más tienen, más quieren, sin embargo su infelicidad sigue siendo claramente evidente.
Estas personas “sufren” su riqueza y hacen sufrir a muchas personas al hacer a un lado la ética y demás valores. Sin embargo, estas personas son los motores que hacen crecer las economías de los pueblos.
Sinceramente Estados Unidos siempre ha sido para muchos millones de personas, no sólo mexicanos, el bendito y hermoso país donde “la tierra mana leche y miel”. Es la maravillosa esperanza de las personas de que con trabajo duro, sus esfuerzos rindan frutos benditos. Por otro lado, todos debemos estar conscientes de que esa gran nación tiene también sus límites a pesar de sus enormes riquezas, el señor Trump viene a ser hoy por hoy la esperanza de muchos norteamericanos, que también quieren el sueño americano, y que ven con claridad que actualmente no lo están alcanzando, porque la capacidad de esta gran nación para absorber mano de obra no es ilimitada aunque así lo parezca y cualquier persona con sentido común puede entender esto.
Los mexicanos debemos aceptar ya con madurez y civilidad la situación y comprender que los vecinos están poniendo orden en su casa a lo cual tienen todo el derecho del mundo, y en contraparte nosotros también pongamos orden en nuestra casa.
Claro que esta situación a nuestro corrupto sistema le ha venido de maravilla que el Señor Trump se lleve el peor papel como villano de la película, lo cual todos debemos sopesar con sinceridad y madurez y tomar la responsabilidad que nos toca por tener el régimen de gobernantes que dolorosamente padecemos y sinceramente que Dios bendiga a Estados Unidos porque con las remesas de los connacionales nuestra nación está sobreviviendo, dígase lo que se diga, también bueno sería que los medios dejaran de echarle leña al fuego y acrecentar la brecha de diferencias entre nuestros pueblos y así pues que Dios nos bendiga a todos.
Arturo Pedro Salas Juárez,
Torreón, Coahuila.
