Actualmente, El Juicio Final, de Juan Correa de Vivar, pertenece al Museo del Prado. (ESPECIAL)
Realizada por el pintor renacentista español de Mascaraque, Toledo, Juan Correa de Vivar, El Juicio Final es la obra de la semana elegida para dar gusto a todos los amantes del arte y para quienes buscan ampliar su conocimiento cultural.
De acuerdo con la ficha técnica elaborada por el Museo del Prado, la obra data de 1545, se realizó utilizando la técnica de óleo sobre tabla y tiene medidas de 136 x 100 centímetros.
Según un texto extractado de Ruiz, L., citado por el mencionado museo, en la obra aparece "Cristo sobre el arco iris, con los pies apoyados sobre el globo terráqueo y los brazos en alto, flanqueado por María y San Juan Bautista y, al lado de éstos, los doce apóstoles. Dos ángeles trompeteros anuncian el Juicio Final y enlazan con la escena inferior que muestra la resurrección de los muertos, y la gloria o el castigo que corresponde a sus acciones en la tierra".
Esta representación de Jesucristo resucitado, como Juez Supremo, precisa la fuente, "deriva de una composición más amplia de Juan de Borgoña realizada para la Sala Capitular de la Catedral de Toledo (1509-1511). Pedro de Cisneros se basó en esta composición al realizar el retablo del coro del convento de San Juan de la Penitencia. De este último, Correa toma la monstruosa cabeza de la que brotan lenguas de fuego que devoran a los condenados. La expresividad y dinamismo suponen un avance en el desarrollo narrativo con respecto a Borgoña y Cisneros".
Actualmente, El Juicio Final, de Juan Correa de Vivar, pertenece al Museo del Prado.
