Ganar la lotería terminó siendo lo peor que le pudo pasar a este hombre. (INTERNET)
En 2012 Adrian Bayford creía que era un hombre afortunado, él y su esposa Gillian se ganaron 148 millones de libras en la lotería inglesa. Sin embargo, 15 meses después anunciaron que se divorciaban, pero ese era sólo el inicio de la tragedia.
Tiempo más tarde Adrian se comprometió con una joven 16 años menor que él, Samantha Burbidge, mientras que Gillian abandonó su trabajo en el pabellón infantil de un hospital para iniciar un negocio de hostelería, que al poco tiempo se fue a la quiebra.
Y ahora Adrian ha sido abandonado por su joven esposa, llevándose de paso gran parte de la fortuna de él a través de unos caballos que valen unas 300,000 libras, un coche y los dos perros que tenían. Lo peor es que la chica se fue sin avisar, él estaba en un viaje organizado para pasar tiempo con sus hijos y cuando regresó a su mansión, ella ya no estaba ahí.
Una historia trágica que al parecer tendría un final feliz y prometedor, pero que terminó muy mal para la pareja involucrada.