Desgreñes, estrógeno y dinero
-No me molestes ahorita que estoy viendo la repetición de mi novela, Lazos de Amor.
-¿Con Lucerito?
-No, ¡la que te digo está más padre! Se sitúa en un pueblo mágico de La Laguna.
-¡Ah, caray! ¿Dónde?
-Nada menos que en Mapimí.
-¡Ah, claro! Oye pues cómo dan de qué hablar por allá.
-Resulta que ahora son tres damas las que traen tremendo pleitazo, que mira, ni el señor gobernador José Rosas Aispuro, quiere entrarle... "allá que se agarren de las greñas", dirá.
-¿Y quiénes son?
-Bueno, resulta que las tres son de armas tomar, hablamos de la exalcaldesa de Mapimí, Martha Castro "La Chachis"; la actual alcaldesa de Mapimí, Judith Marmolejo; y la panista y presidenta de la Junta de Gobierno de Bermejillo, Verónica Mena. Dicen las malas lenguas que "La Chachis", quien como sabes es priista, anda echándole porras a la panista Mena para darle dolores de cabeza a doña Judith.
-¿Y a poco no lo puede arreglar el secretario de Gobierno de Durango, Adrían Alanís?
-Si el pobre hombre ya no sabe qué más hacer para calmar los ímpetus de la guerra de estrógeno que hay en Mapimí. Ya se ha sentado a platicar con ellas, pero a sus ovarios cada quien hace lo que le pega en gana, incluyendo a la panista.
-¡Ah, caray! Pues entonces sí está buena la novela.
-Sí, no te digo que hay de todo.
-Pues veme dando una adelantadita para saber de qué se trata y por qué andan agarrándose del chongo.
-Bueno, resulta que doña Vero no está nada feliz con los 25 mil pesos mensuales que el Cabildo de Mapimí autorizó para gestoría de la Junta de Gobierno de Bermejillo. Eso sin contar los otros 35 mil pesos quincenales para la nómina.
-¿A poco se le hace poquito?
-Pues no son nada a lo que ella pide, que son unos 50 mil pesos en participaciones y otros 64 mil 500 para la nómina.
-¿Y cuántos empleados tiene en la nómina?
-Son 43, aunque dicen las malas lenguas que doña Vero quiere meter a algunos "amigos".
-¡Ya salió el peine! Con lo que le autorizó el Municipio seguro no le alcanza.
-Lo ciertos es que Judith Marmolejo defiende con garras y dientes el recurso asignado, y ya dijo que no dará ni un peso más a la Junta.
-Ya me quedé "pica", ¿qué crees que pase después?
-Pues espérate a saber el desenlace de la novela, que de seguro algunas de las protagonistas terminará con lágrimas… pero de puro coraje.
-Arre burriquito, arre burro arre…
-Andas muy atrasado, la Navidad ya pasó.
-No, le canto a los pobres animales de carga que andan aún por Gómez Palacio sin que nadie los pueda ayudar aligerar el peso que, literalmente, llevan en su lomo.
-¿A poco aún hay carros de animales en Gómez Palacio? ¿No que ya los iban a quitar y ofrecer a los carromateros 10 mil pesos para que se compraran vehículos motorizados?
-Pues hasta ahorita el proyecto no ha dado marcha, yo creo que ya ni se acuerdan de él.
-¡Pobres animales!
-¿Cuáles pobres? Si las autoridades del Instituto Municipal de Ecología y Protección al Ambiente aseguraron que ya tenían un particular que compraría a los animales por hasta 10 mil pesos a cambio de que se le permitiera tenerlos bajo su cuidado en una reserva territorial, y ahora resulta que "olvidan" el proyecto. ¡No merecen consideración y mucho menos pobretearlos!
-Yo me refería a los animales de carga.
-Es que no especificaste.
-Lo malo es que ahora que no hay proyecto, los carromatos seguirán transitado libremente por la ciudad, incluso por vialidades donde no tienen permitido.
-Pero eso no va a ser lo más grave, sino que los pobres caballos, yeguas, asnos y mulas van a tener que seguir sufriendo los maltratos de algunos dueños y el sobrepeso de lo que a diario tienen que cargar.
-Es que yo creo que a los de Ecología les hace falta ponerse en los cascos de un burro.
-¿Y eso como para qué?
-Pues para que se pongan a trabajar duro y no dejen proyectos como buenas intenciones.
-¡Cierto!
