El equipo reconstruido viaja en autobús a su entrenamiento. Chapecoense está listo para volver
El luto y el silencio están siendo reemplazados lentamente por la esperanza y por la algarabía de los hinchas.
Chapecoense se está recuperando de la muerte de 19 jugadores y de casi todo el cuerpo técnico y su directiva en un accidente aéreo y lo mismo sucede con la ciudad de 200 mil habitantes. Como ocurre en todo Brasil, el fútbol es parte central del diario vivir y genera orgullo comunitario, chismes y discusiones.
Mañana, el estadio Arena Condá, con capacidad para 20 mil personas, albergará el primer partido que juega el equipo desde la tragedia de hace casi dos meses. La afición se muestra entusiasmada ante el renacimiento del club y la normalización de las cosas en la ciudad. El partido, un amistoso con el campeón brasileño Palmeiras, se jugará en el mismo terreno donde en noviembre se instalaron 50 ataúdes.
"Estoy seguro de que no voy a poder dormir el viernes", expresó Marcelo Ribeiro, de 19 años, mientras caminaba frente al estadio. "Desde el accidente la ciudad está muerta. Casi se suspenden los festejos de fin de año y casi todo el mundo piensa en un renacer. Quiero ver en qué consiste ese renacer".
En el Hotel Bertaso, está de nuevo lleno de gente.