CON DOLOR
Además de revivir el dolor que hace 17 años sufrió la Diócesis de Torreón con el asesinato del padre José Ignacio Flores Gaytán al interior de su parroquia, la muerte del padre Joaquín Hernández, cuyo cuerpo se encontró en el municipio de Parras días después de haber sido reportado como desaparecido, obliga al resto de los sacerdotes a tomar medidas de seguridad e incluso de reforzar la de sus iglesias, aunque para muchas será imposible, dada su condición económica.
El sacerdote y director del periódico Buena Nueva, Rafael López, dijo que la Diócesis de Torreón ya vivió un dolor similar como el que ahora sufre la Diócesis de Saltillo con la muerte del padre Joaquín Hernández.
Será este 15 de enero cuando se cumplan 17 años del asesinato del padre José Ignacio, en la parroquia Medalla Milagrosa. Desde entonces, la Diócesis implementó acciones de seguridad.
"Tras ese hecho se tomaron medidas y acciones de seguridad y los sacerdotes nos reunimos cada mes, siempre se nos exhorta a estar en contacto con nuestras familias y nuestros amigos", según dijo el sacerdote.
17
AñOS
Se cumplirán el 15 de enero, del asesinato del padre José Ignacio Flores.
NúMERO Fotos:La i
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Acciones
Ante este hecho, será necesario hacer un esfuerzo para reforzar sus medidas de seguridad, aunque en las iglesias de las zonas rurales será complicado, dada su economía.