Antes de que llevara la marcha, los comerciantes fueron cerrando establecimientos. Nop hubo un solo actop indebido de los manifestantes.
Al menos tres contingentes partieron de diferentes puntos de la capital duranguense, para manifestarse en contra del gasolinazo y exigir la liberación de las personas detenidas durante el operativo de realizado la mañana de ayer afuera de las instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex).
La convocatoria fue para las 16:00 horas en el Jardín Morelos, el crucero de Cuauhtémoc y 20 de Noviembre, y el Jardín Vizcaya, a donde paulatinamente comenzaron a llegar decenas de manifestantes y para las 16:20 horas partieron hacia la Plaza de Armas bajo la consigna de que era una marcha pacífica y evitar cualquier tipo de provocación.
La invitación inició a mitad de semana y se difundió por diferentes medios, pero estuvo aderezada por un operativo que involucró a agentes federales y estatales para liberar los accesos a la Terminal de Abastecimiento y Distribución de Pemex en Durango, que permanecieron cerrados durante cinco días.
Tras el despliegue iniciado la madrugada de ayer, fueron detenidos Luis Alfredo Fernández Berumen, José Gilberto Villanueva Berumen, Hiram Soto y Javier Reyes Ortiz. Esta fue otra situación incluida en las consignas planteadas en la manifestación.
FUE CRECIENDO
Durante el trayecto se gritaron consignas y se invitó a más gente a sumarse a la movilización, a cuyo paso se cerraron comercios que apenas minutos antes tenían sus puertas abiertas. Sin embargo, contrario a lo ocurrido en movilizaciones en otras ciudades del país, en todo el trayecto no se apreció ninguna intención de manifestante alguno de realizar un acto vandálico.
Fue sobre la calle 5 de Febrero, a la altura del Jardín Morelos, donde todos los grupos y personas que iban por su propia cuenta, se unieron para hacer aún más extensa la masa de manifestantes.
Grupos de académicos, médicos, maestros y sobre todo de la sociedad civil que coincidió al encontrarse en la vía pública, nutrieron la marcha que culminó con cerca de seis mil personas, aunque otros estimaron más de diez mil.
Entre el contingente se encontraban lo mismo estudiantes, profesionistas y familias completas que acudieron a externar su repudio al incremento al precio de los combustibles, a la manera en que se gobierna al país y a pedir un alto a la corrupción.
Uno de los incidentes ocurrió en la esquina de 5 de Febrero y Pasteur, pues desde la azotea de un comercio del mercado Gómez Palacio el empleado de una tienda de ropa disparó al menos en tres ocasiones el polvo de un extinguidor; el polvo hizo que algunas personas se dispersaran y hubo molestia por quienes se vieron afectados por el químico.
Pero la arenga de los manifestantes a no caer en provocaciones evitó un conato. Casi al mismo tiempo llegaron hasta esa esquina, pero provenientes del exCuartel Juárez, varios jóvenes que portaban tubos, palos y hasta bates de beisbol; pero al ver que la marcha seguía su trayecto, se limitaron a contemplar el contingente.
De entre estos jóvenes hubo dos que lanzaron bombas al menos cuatro bombas de humo y luego salieron corriendo. Aunque hubo molestia por este acto de provocación, tampoco pasó a mayores.
Mientras la avanzada de la marcha llegaba ya a la Plaza de Armas, entre consignos de "Fuera Peña" y "no al gasolinazo", la parte final de la marcha, entre la que se encontraban los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), iba apenas por la esquina de 5 de Febrero y Carlos León de la Peña.
La movilización culminó frente a la Catedral de Durango con un mítin en la que se exigió la liberación de las personas detenidas. Durante la intervención de integrantes de la Barra de Abogados se hizo el compromiso de hacer todo lo posible para ayudar con la libertad de las cuatro personas, pero siempre y cuando la ciudadanía respaldara todas las acciones.
El sentido social del movimiento de ayer quedó de manifiesto cuando a Gustavo Pedro Cortés, exdirigente del Partido del Trabajo, se le impidió entre abucheos que ofreciera un discurso; los manifestantes rechazaron cualquier presencia política.
