Las razones por las cuales se deshecha una cabra son las siguientes: edad del animal, productividad, salud, estado reproductivo y su historial.
Después de tomar la decisión de eliminar un animal del hato, debemos pensar en cómo sacarle el mejor provecho a esa cabra. Después de todo, la venta de estos animales representa un ingreso para la explotación. Este ingreso debe pagar el costo del reemplazo de esta cabra o cuando menos pagar por la inversión que se ha hecho en él.
Debemos clasificar a los animales a desechar en dos grupos; en el primero entran los animales con problemas serios de salud, con enfermedades contagiosas, las cuales se sabe que no hay posibilidad de recuperación. Están también los animales con enfermedades crónicas que requieren tratamiento medico constante, tales como mastitis crónica. Cabras con problemas físicos serios que requieren atención constante y cuya recuperación es dudosa, muchas ocasiones requieren tratamientos y cuidados especiales, así como de mano de obra que se pude ser utilizada en otra actividad.
En el segundo grupo entran animales que se van a desechar por edad o baja producción; animales que son difíciles de ordeñar o que presentan problemas de agresividad y dominancia excesiva, golpeando a las demás; también las cabras con baja fertilidad y animales con baja calidad genética. Como estas cabras no comprometen la salud ni la eficiencia de producción del hato, las podemos mantener en el establo mientras se mejora su condición para obtener un mejor precio.
Por regla general se prefiere que los animales que van a eliminarse, si son de buena calidad genética, queden preñados para poder aprovechar su lactancia y la cría. Sin embargo, si la cabra tiene más de 150 días en leche, no hay que tratar de preñarla. Simplemente elimine el animal al final de la lactancia, o cuando la producción de leche no cubra sus gastos de mantenimiento.
El precio de la cabra de desecho tiene mucho que ver con la disponibilidad de otro tipo de ganado de carne en el mercado. Cuando los animales de carne (bovinos o borregos) son abundantes, el precio de los animales de desecho es bajo.
El llevar registros productivos, influye mucho en la determinación de señalarnos o el indicarnos que cabra se va y cual se queda.
En otro aspecto, por la misma apatía del productor a no organizarse, para la comercialización, el "coyote de dos patas" se sigue aprovechando, ya que lo vemos en la compra del cabrito que ya lo quieren bajar a $500.00 siendo que en Monterrey continua el buen precio, por lo cual se les pide no bajar la guardia y aguantar a que se los compren a mejor precio. La ves pasada les comentaba que en la entrada de la Universidad Antonio Narro se ponen unos compradores de cabrito que vienen de esa ciudad, garantizando el pago todo el año a $60.00 por kilo en pie o peso vivo y a $120.00 el kilo de canal de carne. Para más información póngase en contacto con los Médicos Veterinarios, Asesores Técnicos o extensionistas de cada municipio de la Región, los cuales tienen mejor información.
En cuanto al ganado de desecho (cabras y sementales), también se aprovechan por la falta de apoyo Gubernamental para volver a echar a jalar el rastro de San Pedro y por la misma apatía de los caprinocultores y principalmente de los socios del mismo ya sea por conformismo o conveniencia.
