Un hallazgo como para llevarse un buen susto. (INTERNET)
Una mujer en Australia tuvo que llamar a las autoridades cuando algo entre las decoraciones de su árbol de navidad no iba muy a tono con el resto. Era una serpiente tigre, de las más venenosas del mundo, que había caído dentro y se había camuflado bien entre las demás esferas.
El animal, de casi un metro de largo, estaba bien metido en el árbol y además, por sus colores, no se distinguía de entre el resto de las decoraciones navideñas.
Tras el descubrimiento, la mujer identificada sólo como Cheryl tuvo que pedir ayuda a las autoridades locales para capturar a la serpiente, que después fue liberada a su hábitat natural, donde usualmente se refugia, efectivamente, en árboles caídos.