Este delito creció de forma acelerada. En 2007 se tenía el registro de 947 casos y a finales de 2015 la cifra fue nueve veces más grande: un total de 9 mil 84 mexicanos presentaron una queja ante Condusef.
La digitalización de los datos personales, el uso de dispositivos móviles para realizar transferencias bancarias y el boom de las compras electrónicas han puesto en una posición vulnerable a los ciudadanos en México. Las cifras de la Condusef revelan que de 2007 a 2015 se registraron 52 mil 433 quejas por robo de identidad. El sinfín de datos que fluyen a través del mundo digital ha facilitado este delito.
"Antes lo que se hacía era alterar un pasaporte, una INE o un estado de cuenta y se podía contratar todo tipo de productos. Era la forma "tradicional". Ahora con una sola clave puedes acceder a toda la información y hacer todo tipo de operaciones financieras", explica Mario Di Costanzo, presidente de la Condusef.
Entre 2007 y 2010, la institución únicamente tenía inconformidades de clientes que denunciaban el cobro de productos que nunca solicitaron. En 2011 llegó una nueva modalidad: 2 mil 72 reclamos por emisión de tarjetas de crédito sin solicitud. Y para 2014, tres nuevas formas se añadían a la lista: apertura de créditos y cuentas bancarias a nombre de personas que vivían sin saber que tenían una deuda.
Este delito creció de forma acelerada. En 2007 se tenía el registro de 947 casos y a finales de 2015 la cifra fue nueve veces más grande: un total de 9 mil 84 mexicanos presentaron una queja ante Condusef.