Calheiros, como líder de la Cámara Alta, era el tercero en la línea de poder en Brasil, pero la apertura de una investigación en el STF contra él por malversación de fondos la semana pasada le puede costar el cargo. (ARCHIVO)
El juez Marco Aurelio de Mello, uno de los 11 miembros del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, ordenó hoy suspender de su cargo al presidente del Senado, Renán Calheiros, una inesperada decisión que amenaza con agudizar la crisis política en Brasil.
Aurelio de Mello dictó su resolución tras aceptar una demanda presentada por el Partido Rede, en base a una decisión anterior del STF, según la cual un político procesado por la justicia no puede estar en la línea sucesoria del poder en Brasil.
Calheiros, como líder de la Cámara Alta, era el tercero en la línea de poder en Brasil, pero la apertura de una investigación en el STF contra él por malversación de fondos la semana pasada le puede costar el cargo.
La decisión del magistrado tiene “efecto inmediato”, pero puede ser recurrida por Calheiros para que el plenario de la corte suprema sea el que decida el destino político de uno de los hombres con mayor influencia en el país.
La suspensión del líder senatorial supone una nueva vuelta de tuerca en la crisis política que vive Brasil desde 2015, y que no ha sido resuelta pese a la destitución de la mandataria Dilma Rousseff y la consecuente llegada del Ejecutivo de Michel Temer.
Hace unas semanas, el presidente de la Cámara Baja, Eduardo Cunha, fue destituido también por el Poder Judicial, y después fue detenido en el marco de la Operación Lava Jato, que ya ha afectado a decenas de políticos brasileños de primer nivel.
Calheiros, un hábil político que fue aliado de Rousseff y después apoyó a Temer en el juicio político, debía terminar su mandato a finales de enero, pero en estos dos meses su rol era fundamental para votar un paquete de medidas propuestas por el Ejecutivo para frenar el déficit público.
El presidente de la cámara alta había indicado que incluiría en la agenda la votación de las medidas que congelan de facto el presupuesto de educación y sanidad para los próximos 20 años y la ajustan a un aumento máximo equivalente a la inflación.
La presidencia del Senado será ocupada de manera interina por Jorge Viana, del Partido de los Trabajadores (PT), que se opone a los recortes, lo que podría afectar la aprobación de la reforma.
