El presidente de Bolivia, Evo Morales, participó ayer en unos rituales indígenas para pedir lluvias en un pueblo del altiplano cerca de la ciudad de La Paz, donde hay una crisis por racionamientos de agua debido a la sequía. Tras participar en una ceremonia con bailes organizada por una comunidad aimara, Morales dijo que en buena hora ya había llovido antes de que él llegara al lugar, por lo que los rituales fueron hechos "para seguir haciendo llover para toda Bolivia".
Dijo que las ceremonias para pedir lluvias siempre fueron parte de la vida de las comunidades indígenas y que siendo niño y adolescente quedaba sorprendido por la llegada de las lluvias.
"Ojalá llueva", pidió el mandatario, para después lamentar que sectores "de la derecha" le culpen a él por la falta de lluvias y de que se hayan secado varias lagunas en la zona andina.