Como en casa
Amari Cooper atrapó un pase de 35 yardas de Derek Carr con 4:43 minutos por jugar y los Raiders de Oakland vencieron ayer 27-20 a los Texans de Houston, en el partido que marcó el regreso de la NFL a México luego de una ausencia de 11 años.
Carr completó 21 de 31 pases para 295 yardas con tres anotaciones, dos de ellas en el cuarto final, y los Raiders ganaron su cuarto partido en fila para mantenerse como líderes de la División Oeste de la Conferencia Americana.
Cooper, quien había tenido una noche callada, terminó con cuatro recepciones para 57 yardas y la anotación.
Oakland (8-2), que no tenía una racha tan larga de triunfos desde la temporada de 2002, fue el anfitrión nominal en el primer partido de la NFL en México desde octubre de 2005, cuando los Cardinals de Arizona se enfrentaron a los 49ers de San Francisco ante más de 103 mil aficionados, que entonces impusieron récord de asistencia para un partido de temporada regular de la NFL.
No hubo oportunidad de romper esa marca ayer. Fueron 76,473 los espectadores que llenaron el estadio Azteca, el cual perdió parte de su capacidad porque fue remodelado para festejar sus 50 años, cumplidos en mayo pasado.
Brock Osweiler pasó para 239 yardas con un pase de anotación y una intercepción por los Texans (6-4), que perdieron el cuarto de los cinco partidos que han disputado fuera de casa, pero se mantienen como líderes de la División Sur de la Americana.
El partido estaba empatado 20-20 cuando Carr le mandó el pase a Cooper por el costado derecho y el receptor se escapó a las diagonales sin ser tocado para darle la vuelta al marcador, ante el delirio del público mexicano, que mayoritariamente vistió los colores negro y plata de los Raiders, uno de los cinco equipos más populares en el país de acuerdo con la NFL.
Los Raiders se sintieron como en casa, salvo por los 2,250 metros de altitud de la ciudad. En un momento del cuarto periodo, tuvieron que solicitar una pausa para que sus jugadores recuperaran el aliento. Fueron evidentes los problemas del receptor Michael Crabtree, para respirar.
Asimismo, los jugadores de ambos equipos tuvieron problemas con el césped natural, que se tornó resbaloso. Y desde el graderío, un haz de rayo láser molestó Osweiler en un momento del encuentro.
Los Texans se adelantaron en el encuentro tras recorrer 61 yardas en 13 jugadas. Colocaron el marcador 3-0 en la primera serie del partido con un gol de campo de 33 yardas de Nick Novak.
Pero los Raiders anotaron 10 puntos en los primeros minutos del segundo periodo para ponerse arriba por 10-3. Primero, Jalen Richard recibió un pase de 17 yardas de Carr y luego de recuperar un fumble en la patada de salida, Sebastian Janikoswki convirtió un gol de campo de 19 yardas.
Lamar Miller tuvo una escapada de 34 yardas y puso la escena para un pase de anotación de 12 yardas de Osweiler a Braxton Miller, que empató el partido 10-10 con 7:59 restantes en la primera mitad.
En el tercer cuarto, los Texans montaron un ataque que recorrió 65 yardas en 13 jugadas y que fue sellado con un acarreo de una yarda de Miller que puso el encuentro en 17-10.
Los Raiders tuvieron una buena serie en la que recorrieron 78 yardas poco antes de finalizar el tercer cuarto y tuvieron primero y gol en la yarda siete de Houston, pero tuvieron que conformarse con otro gol de campo de Janikowski, ahora de 20 yardas, que puso las cosas 17-13.
Novak concretó su segundo gol de campo con 10:57 en el reloj del último cuarto y los Texans volvieron a separarse 20-13.
Los Raiders igualaron en la primera jugada de su siguiente serie, cuando Jamize Olawe recibió un pase de Carr y se escapó 75 yardas hasta la zona prometida cuando restaba 10:44.
Houston penetró hasta la tarda 15 de los Raiders, pero en lugar de intentar el tercer gol de campo de Novak, optó por jugársela en cuarta y una por avanzar y fue frenado por la defensiva de los Raiders.
La decisión resultó costosa porque enseguida vino la serie que recorrió 85 yardas y que fue premiada con la anotación de Cooper.
Precios de 'locura'
La pasión del Monday Night entre Texans de Houston y Raiders de Oakland se vivió de forma enérgica, por lo que los aficionados se mantuvieron largas horas haciendo fila para entrar.
La reventa situó boletos de precio original de 600 pesos hasta en 5 mil 500.
Fanáticos, en un 80 por ciento de los Raiders, bañaron los alrededores del Estadio Azteca.
Numerosos grupos que arribaron de Estados Unidos pusieron el ambiente con cánticos.
Dentro de la "nación Raider", el grupo Stay in Oakland se manifestó con panfletos en contra de la posible mudanza de "Los Malosos" a Las Vegas.
Bebidas alcohólicas fueron ingeridas por el público, sin que la Policía pudiera medidas.
