Los latinos representan el 18 por ciento de los votantes elegibles en Florida y es el tercer estado del país con un mayor potencial de electorado hispano, y al mismo tiempo es uno de los más diversos e indecisos. (ARCHIVO)
No cabe duda que Florida y sus 29 votos electorales serán claves para el triunfo de cualquier partido en las elecciones del 8 de noviembre y el voto de 2.6 millones de hispanos elegibles tendrá un papel decisivo para determinar el resultado.
La última encuesta de la Universidad de Quinnipiac ofrece una ventaja a la candidata demócrata Hillary Clinton por cuatro puntos porcentuales sobre el republicano Donald Trump para ganar en Florida.
Y en una votación cerrada, el voto de los latinos sería clave para en el estado, considerado el premio más importante entre los llamados estado indecisos.
“El apoyo hispano va a ser mucho más fuerte a favor de Clinton, primero porque Trump no tiene ese arraigo con los hispanos y segundo porque ha ofendido mucho a los inmigrantes”, dijo a Notimex el académico en política Eduardo Gamarra, de la Universidad Internacional de Florida (FIU).
“El potencial que tienen los votantes latinos en Florida es muy grande pero todo va a depender de si salen a votar”, advirtió el también director del Foro de Opinión Pública Latina de FIU.
Los latinos representan el 18 por ciento de los votantes elegibles en Florida y es el tercer estado del país con un mayor potencial de electorado hispano, y al mismo tiempo es uno de los más diversos e indecisos.
En su mayoría estos votantes son de origen cubano (31 por ciento), seguidos de los puertorriqueños (27 por ciento), que ya son un millón en Florida, y los mexicanos (nueve por ciento).
En opinión de Gamarra dos factores serán claves para que Clinton gane el voto latino, uno de ellos es el apoyo del corredor “I-4” entre Tampa y Orlando donde una migración puertorriqueña durante los últimos cuatro años se ha registrado para votar por primera vez, así como colombianos y venezolanos asentados recientemente en esa zona.
Y otra son muchos cubano-estadunidenses de Miami-Dade desencantados con Trump porque este “no representa los valores tradicionales republicanos como, por ejemplo, el libre comercio”.
Una de las figuras más destacadas de esta comunidad, Carlos Gutiérrez, un republicano cubano-estadunidense que fungió como secretario de Comercio del expresidente George W. Bush, dijo que votará en favor de Clinton.
“Hay gente que no se identifica nada con el discurso nacionalista de Trump y de fronteras cerradas”, dijo Gamarra al señalar que el magnate ha sido el candidato republicano “más débil” que se ha presentado ante los cubanos, tradicionalmente afines a ese partido de Miami-Dade.
Pero para otros el cambio de sombrero no se verá impulsado por los cubanos de más edad, sino por sus hijos, a los que no les gusta mucho, Clinton, pero están desencantados con Trump.
De acuerdo con datos del Centro Pew Hispano, desde el 2013 la mayoría de los cubano-estadunidenses de la Generación Milenial se identifican como demócratas o tendencia demócrata (63 por ciento), mientras que sólo el 30 por ciento, dijo que eran republicanos.
Una encuesta FIU tomada durante el verano entre mil votantes cubano-estadunidenses registrados en Miami-Dade encontró que Clinton superaba a Trump 43 por ciento frente a 21 por ciento entre los jóvenes de 18 a 39 años de edad, con un 26 por ciento que dice que no votará y el 10 por ciento de indecisos.
Según otros datos de un análisis de la cadena Univisión, Clinton ganará 12 por ciento del voto hispano, mientras que Trump logrará sólo 5.8 por ciento.
Gamarra advirtió, sin embargo, que la confianza de Trump para ganar el estado se finca en el 66 por ciento del electorado blanco de la entidad.
“Si los blancos salen a votar en una proporción de 70 u 80 por ciento, la contienda va a ser dura. Los seguidores de Trump no consideran tan importantes sus pecados con las mujeres”.
