La Interpol emitió una circular roja para localizar y detener al exgobernador panista de Sonora, Guillermo Padrés (Izq.); mientras que Javier Duarte (Der.), del PRI, abandonó el cargo para 'enfrentar las denuncias' en su contra que investiga la PGR por presuntos actos de corrupción. (ESPECIAL)
Mientras dos exgobernadores están en el foco de la polémica por las investigaciones en su contra por presuntos actos de corrupción, los diferentes partidos se acusan entre ellos de fomentar estas prácticas.
Como se informó ayer en este diario, la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) emitió una circular roja para localizar y detener al exgobernador panista de Sonora, Guillermo Padrés, como "prófugo buscado para un proceso penal".
La notificación fue emitida a más de 190 países para localizar, detener y, en su caso, extraditar a Padrés, a quien la Procuraduría General de la República (PGR) investiga por la probable comisión de diversos delitos durante su gestión (2009-2015).
Apenas el pasado 12 de octubre, el Partido Acción Nacional (PAN) suspendió provisionalmente los derechos partidistas del exgobernador, casi un año después de que la Procuraduría de Justicia de Sonora entregó a la PGR un expediente que documenta la posible comisión de diversos delitos por parte de funcionarios del gobierno de Padrés.
Al respecto, el presidente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, dijo ayer que se debe investigar si el PAN encubrió al exgobernador de Sonora.
"Ricardo Anaya (presidente nacional del PAN) reconoció en televisión nacional que tuvo a Guillermo Padrés en las oficinas del PAN y no dio vista a las autoridades. Es muy importante que las autoridades revisen ese caso", expuso.
La noticia sobre Padrés llega al final de una semana en que el gobernador del estado oriental de Veracruz, Javier Duarte, del PRI, abandonó el cargo para "enfrentar las denuncias" en su contra que investiga la PGR por presuntos actos de corrupción cometidos durante su gestión iniciada en 2010.
Sobre el caso, Ricardo Anaya declaró en su momento que el mandatario veracruzano convirtió a Veracruz en uno de los estados más peligrosos para ejercer el periodismo, desvió miles de millones de pesos, otorgó contratos a empresas fantasma y endeudó de manera irresponsable al estado.
