Por: MVZ Francisco Núñez González
Los gatos romanos se convirtieron en una atracción importante para los visitantes a esta ciudad, quienes pueden adoptar uno o hacer una donación para su cuidado a través de la embajada de los “Gatos Unidos”, creada únicamente con ese fin.
Los gatos, reconocidos por Roma desde el imperio, fueron declarados Patrimonio Biocultural. Cerca de 120 mil mininos que habitan las calles de la ciudad resultan fascinantes y embellecen con su presencia el lugar.
Las asociaciones defensoras de animales iniciaron rutas turísticas (gattofili) en la “ciudad eterna”. La colonia más importante con más de 400 animales se concentra en el centro donde tiene su base una de estas asociaciones.
Se encargan de acoger, alimentar y dar hogar a los felinos, más de 200 ya encontraron una verdadera familia, sobre todo en Alemania y Estados Unidos. Con su proclamación como patrimonio del Estado, se hizo un reconocimiento a estos pequeños animales que ahora son un bien tutelar valorado gracias a la tradición que los une con los habitantes de Roma.
Ellos forman parte de la vida cotidiana: los que viven en el Coliseo, los Foros, la pirámide de Cestio o las ruinas del área sagrada de la Torre de Argentina, son admirados por los visitantes y los que están en otras zonas cuentan con el amor de sus vecinos, algunos de los cuales son voluntarios y han adoptado uno o varios ejemplares.
“Dada la simbiosis entre el gato y monumento, y al gran interés turístico manifestado en la cantidad de solicitudes de adopciones internacionales a distancia, con este acuerdo no hacemos sino reconocer al gato como un bien propio de la ciudad eterna por su valor educativo, social y turístico”, palabras de uno de los promotores de la Asociación.
También, los egipcios hace miles de años se dieron cuenta de que los gatos eran útiles; por ello, empezaron a respetarlos profundamente.
Tanto fue su valor que en el transcurso del tiempo crearon élites que los protegían y tomaban medidas para favorecerlos.
Los gatos eran embalsamados y se levantaban estatuas en su honor, la venta de gatos era prohibida, pero debido a la gran demanda y a su fama de excelentes cazadores, las medidas adoptadas resultaban impracticables.
Hubo un tiempo en que el gato no era muy aceptado por algunas creencias falsas en ciertas regiones, siendo
que esta especie es indispensable en el ecosistema donde habita el hombre.
Me trae a la memoria una enfermedad de los países orientales, Sídrome Agudo Respiratorio Severo, que es ocasionado por un virus supuestamente trasmitido por un felino. Espero que no vaya a terminar en una cacería indiscriminada de gatos como sucedió en Europa durante la Edad Media, con la devastadora “Peste Bubónica” que ocasionó la muerte de millones de personas.
El gato era considerado como un animal diabólico y desafortunadamente casi logran su exterminio total. La
ignorancia y el maltrato a esta especie trajo como consecuencia el rompimiento de un eslabón de “La cadena alimenticia” al haber exterminado al gato casi en su totalidad, quien actuaba como depredador de roedores, esta cacería dio como resultado la reproducción excesiva de las ratas, las cuales tenían como parásito a una pulga, que era la causante de trasmitir el microorganismo de la Peste a través de su picadura al hombre.
Desafortunadamente, en nuestro país, aún existe la crueldad hacia los gatos, que no son del agrado de muchas personas, así como la falta de atención adecuada de quien posee estas adoradas mascotas.
¿Será necesario un brote de alguna enfermedad infectocontagiosa, para hacer conciencia y tratar a los animales
con respeto?
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