No olvidan. Ayer se cumplieron 2 años de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, ocurrida en Iguala, Guerrero. (EDITH GONZÁLEZ)
En Guerrero "no habrá paz hasta que no haya justicia" por la desaparición de los 43 normalistas, dice "Juan", primo de Aldo Gutiérrez Solano, el estudiante de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, que cumple 2 años en coma.
Juan, como pidió que se le identificara, es originario de Cerro Gordo Viejo, municipio de Ayutla. El 26 de septiembre de 2014, fecha en la que desaparecieron los estudiantes, él ya se encontraba en la Universidad Antonio Narro, Unidad Torreón, cursando una ingeniería.
Juan confiesa que la convivencia con su primo Aldo fue poca, debido a la distancia entre sus pueblos, pues el normalista es originario de Tutepec, en el mismo municipio, pero situado a varios kilómetros de distancia.
Sin embargo su padre que es primo hermano del papá de Aldo, al igual que su familia que radica en Guerrero, están muy al pendiente de la salud del normalista que se encuentra en estado de coma, mientras que él hace lo propio desde acá.
"Lo que me dicen es que está muy grave, que se está acabando, es puro hueso", lamenta.
Pasaron pocos meses después de su llegada a Torreón, cuando sucedió la tragedia. "Vimos una nota así muy simple en las redes sociales de lo que había pasado y al otro día nos marcó mi mamá diciéndonos que se habían llevado a 43 chavos y que uno de nuestros primos había recibido impactos en la cabeza y había quedado en coma", recuerda.
Su madre también le dijo que entre los 43 desaparecidos, estaba Carlos Iván, un joven originario de Cerro Gordo Nuevo (pueblo contiguo) y conocido de la familia ya que las tierras del padre de éste y el abuelo de Juan, colindan. Lo que recuerda del normalista es que era "muy educado, el chavo, donde quiera que veía a mi mamá la saludaba, era un chavo demasiado tranquilo, nunca se supo que andaba metido en problemas o que anduviera haciendo relajo, por eso a mucha gente le sorprendió".
EL EJÉRCITO Y EL HOSPITAL
Desde el día del ataque a los normalistas y la desaparición de los 43, muchas son las versiones que giran en torno al hecho, algunas fueron rescatadas por periodistas y otras tantas, contadas por los sobrevivientes.
"Oscar, uno de los muchachos que alcanzó a escaparse, dijo que el ejército estaba presente cuando los empezó a atacar la policía y no intervino, que les dijeron que si andaban de revoltosos que se aguantaran y fueron los que acudieron a sacarlos por la fuerza del hospital donde habían ido a meterse", dice.
Cuenta que Óscar les confesó que se escondió en el patio de una casa y fue como logró huir.
Juan dice que en su estado natal, la gente culpa al que fuera gobernador Ángel Aguirre de la desaparición de los jóvenes, Carlos Mateo Aguirre y al Gobierno Federal y que mientras este hecho quede impune, no van a descansar.
"Muchas personas están conscientes de que hay muchas probabilidades de que no estén vivos, pero la esperanza siempre estará latente, lo que sí les puedo decir es que mientras no se sepa la verdad y se castigue a los responsables, no habrá paz en Guerrero".
