¿Por qué se inunda mi cuadra?
Esta pregunta nos la hemos hecho en estos días miles de torreonenses que con sólo ver unas nubes en el cielo pensamos que lo peor aún está por venir.
Yo desde hace más de seis años vivo en Torreón Residencial, que junto a División del Norte y Provitec, la pesadilla por las lluvias ya no es tan "atípica".
Lo que he aprendido de esta experiencia es que por más promesas que hagan los candidatos y hasta los alcaldes, lo que estamos seguros que es los tramos que colindan a Vasconcelos, Pavorreal y División del Norte, tendremos un "lago artificial".
Cada año escuchamos que estas lluvias son "atípicas", que no hay recursos para un drenaje o bien que para qué lo necesitamos si ahí está el recurso más barato, el sol. Sin embargo año con año, una pequeña lluvia de una hora o más ocasiona un caos que afecta no sólo a los vecinos que ya hemos visto como nuestros bienes son afectados, sino a las personas que transitan por estas avenidas y que se ven perjudicados en sus tiempos de traslado.
Lo más curioso es que alcaldes vienen y desde hace más de 30 años siempre han dicho que eso no les toca a ellos porque "cuando llegué así estaba la situación".
Algunas de estas colonias iniciaron como asentamientos irregulares, pero aún así se les trata, a pesar de que ya tienen pavimento desde hace más de dos décadas.
¿Cuál es el problema? Es muy sencillo, la falta de voluntad tanto de nosotros los habitantes de este sector como de las autoridades.
Los primeros porque apenas se va el agua y no cambiamos nuestras costumbres de tirar la basura a la calle, de tapar las alcantarillas con bolsas, empaques y botellas, todo porque nos da flojera procurar dejar los desechos en un lugar apropiado.
Y los segundos tienen un grado importante de responsabilidad debido a que no se pueden escudar con un argumento de "a mí no me toca", porque en dado caso no debería estar administrando los recursos necesarios para que funcione el municipio y no sus cuentas bancarias personales.
Me gustaría que alguna de las escuelas de ingeniería civil o de planeación urbana se acercara a los vecinos para buscar alguna solución, proyectarla y presentarla no sólo al ayuntamiento sino al gobierno estatal y federal, con tal de que no sea otro intento muerto.
Las pipas es como sacar a "jicarazos" el agua de una casa y apenas termina, llega otra lluvia. El ayuntamiento no quiere invertir en un drenaje pluvial porque no hay necesidad, a pesar de que se ha hecho un estudio para ver pros y contras de un proyecto así.
La declaratoria de desastre del alcalde no es otra cosa que obtener recursos que nunca se reportarán en qué se usaron y que sólo se simulará una obra, abriendo avenidas, dificultando el tránsito y para que a la llegada de una lluvia, volver a ver el agua en mi cuadra.
Ojalá que algún día alguien con sentido de autoridad, llegue al ayuntamiento y venga a este sector no a tomarse la foto sino a trabajar en conjunto con nosotros.
Jesús Mesta
Torreón, Coah.
