Su historia de vida les llevó el apoyo de varias organizaciones de caridad que incluso les ayudaron a encontrar un lugar en donde vivir. (ESPECIAL)
Clauddine 'Dee Dee' Blancharde llevaba años diciéndole a su hija que padecía de más de una enfermedad, pero en junio del año pasado la mujer fue encontrada muerta y Gypsy, su hija, desaparecida.
Desde que la niña en 1995, la madre pensó que su bebé tenía un síndrome que le afectaba el sueño, pero con el paso del tiempo le adjudicó otro tipo de males, asma, epilepsia, leucemia o distrofia muscular, por lo que terminó en una silla de ruedas.
Asegurando enfermedades, la mujer medicaba a su hija, le rapaba la cabeza porque decía que de todas formas se le iba a caer el cabello, le obligaba a comer alimentos a través de tubos especiales que le pudrieron los dientes, la educaba en casa porque decía que la niña tenía retraso mental y la internó para cirugías diversas por problemas en la vista y el oído, practicadas ante la insistencia de la madre.
Después de perderlo todo durante la devastación del huracán Katrina en Estados Unidos en 2005, Dee Dee y Gypsy se mudaron al estado de Misouri, donde su historia de vida les llevó el apoyo de varias organizaciones de caridad que incluso les ayudaron a encontrar un lugar en donde vivir. Vecinos y conocidos creían que eran una familia feliz y que la madre era la mujer más dedicaba que podrían conocer, reporta el sitio web BuzzFeed, que ha investigado el caso a fondo.
Dee Dee de 48 años fue encontrada muerta apuñalada en su casa y la policía descubrió que Gypsy no sólo había huido con su novio, sino que la chica nunca estuvo enferma y todos los padecimientos que su madre aseguraba habían sido inventados. Gypsy también había escrito en su página de Facebook: “That bitch is dead” [Esa maldita ha muerto].
No se saben los motivos exactos del actuar de la señora Blancharde, algunos creen que podría haber padecido el síndrome de Münchhausen, que lleva a las personas a inventar dolencias en busca de atención, en este caso, llevado hacia su hija. Aunque otros también consideran que la mujer actuó de forma consciente en busca de embaucar a otros, en especial porque su historia también habría sido inventada, pues aunque aseguraba que esposo alcohólico la abandonó, en realidad le mandaba un monto de manutención y estaba en contacto con Gypsy.
La joven se declaró culpable de los cargos después de que la condena inicial fuera la pena de muerte, por lo que pasará diez años en la cárcel. Sin embargo, la evidencia apunta a que fue Nicholas Godejohn, el novio de Gypsy, quien cometió el asesinato, aunque la chica fuera la autora intelectual. Ella también ha confesado al sitio Buzzfeed que se siente más libre en la cárcel que cuando vivía con su madre, pero también frustrada porque los médicos nunca vieron que ella siempre estuvo completamente sana. Nicholas Godejohn, por su parte, aún espera fecha de juicio.
