El presidente dice que México está creciendo y defiende Reforma Energética. (TWITTER)
El presidente de la República, Enrique Peña Nieto, criticó ayer las "malas noticias" que "marcan" la agenda de los medios y pidió "rescatar las buenas noticias" que se dan en el país.
Durante la inauguración en Hidalgo de un centro de acopio de alimentos de Diconsa y Liconsa, ésta última cuestionada esta semana por la importación de leche a sobreprecio, dijo:
"A veces nos quedamos muy marcados con las malas noticias, que pareciera fueran comunes o fueran las que a veces más se destacaran. Y se olvidan y dejan de lado las buenas noticias, que mucho cuentan, que impactan positivamente en la vida cotidiana de las familias mexicanas".
El primer mandatario agregó: "hay que rescatarlas, porque hay muy buenas noticias" y luego afirmó que México está "creciendo como nación".
En su administración, dijo, "se ha logrado alcanzar una cifra superior a los dos millones de empleos generados".
También comentó que el domingo pasado su gobierno anunció la decisión de "reducir la tarifa del gas, del gas LP, que consumen prácticamente 90 millones de mexicanos".
Y detalló que "desde que entró en vigor la reforma energética" en 2014, uno de los proyectos estrella de su mandato, las tarifas eléctricas tuvieron una reducción "a precios reales de casi 10 %".
El reclamo de Peña Nieto se da un día después de que Puerto Vallarta, famoso destino de cruceros, fuera escenario del secuestro de seis comensales que se encontraban en un reconocido restaurante por parte de un grupo armado.
Hace una semana, la Presidencia de la República rechazó en un comunicado una investigación periodística del diario británico The Guardian según la cual la primera dama, Angélica Rivera, usa un apartamento de lujo en Miami de una compañía que aspira a competir por contratos públicos federales. Es la segunda denuncia vinculada a un inmueble de Rivera.
De acuerdo con un sondeo difundido hace unos días, 74 % de los ciudadanos desaprueban el trabajo del presidente, y sólo lo aprueban 23 %, porcentajes que lo sitúan como el gobernante peor valorado desde Ernesto Zedillo (1994-2000).
