El Hospital General de Torreón
Los muy lamentables fallecimientos de los 7 bebés en el Hospital General de Torreón, registrados durante los días pasados del mes de agosto en curso, han provocado dolor y llanto en los hogares de sus respectivas familias; la mayoría, formados por personas de escasos recursos económicos.
Hasta el día de hoy, el gobierno estatal de Rubén Moreira Valdez no ha dado una explicación detallada y satisfactoria a la comunidad, sobre los peligrosos factores y circunstancias que provocaron la macabra tragedia. Y mucho menos, qué personas entre el personal médico y funcionarios encargados del Sector Salud de Coahuila, incurrieron en irresponsabilidad profesional y en la falta de salubridad en este hospital donde fueron mal atendidos los infortunados bebés.
Jorge Eduardo Verástegui Saucedo, fue designado director de Salud de Coahuila por Rubén Moreira Valdez, el pasado 25 de febrero. Durante una entrevista con los medios de comunicación, Moreira declaró entonces que “el cambio fue para mejorar la administración estatal de cara al cierre de la gestión”.
Cabe destacar que Verástegui Saucedo, es el cuarto titular de la Secretaría de Salud en lo que va de la actual administración que concluirá el año entrante, su cargo anterior era el de secretario de Fiscalización y Rendición de Cuentas. Además, atrae la atención que dicho funcionario no es un médico de profesión, ostenta el título de Licenciado en Ciencias de la Comunicación con la cédula profesional 459746, según su curriculum vitae que aparece en internet.
¿Qué óptimos resultados en el Sector Salud puede ofrecer a la ciudadanía una persona que carece de una cultura profesional de la medicina? ¿Por qué Rubén Moreira Valdez encomendó esta delicada tarea a un inexperto en el ramo?
La evidente desorganización que ha reinado en los nosocomios de la Secretaría de Salud de Coahuila a lo largo del moreirato –en sus dos funestos sexenios-, consiste principalmente en la falta de medicamento y material médico, ausencia de suficientes doctores y enfermeras para atender a los pacientes, graves deficiencias en la construcción de algunos de sus edificios y un pésimo mantenimiento de la maquinaria y equipo de los mismos.
A raíz de las torrenciales lluvias que han caído sobre Torreón en los últimos días, en el Hospital General afloraron peligrosas aguas negras que son portadoras de letales microbios altamente nocivos al organismo humano, anomalía que delata que cuando fue proyectado y se construyó, no se realizó un serio estudio sobre las condiciones del subsuelo en el que fue edificado.
Las fétidas y contaminantes aguas negras que invadieron el interior del Hospital General de Torreón, afectaron las áreas de encamados, la cocina y el área de vestidores del personal médico, tal y como lo informó la prensa. Esto demuestra que el drenaje está en malísimas condiciones, fue instalado por manos incompetentes y con materiales de pacotilla, es urgente que se realice una inspección sobre el edificio y sus accesorios para liquidar estos malignos vicios.
Jorge Eduardo Verástegui Saucedo, debe comparecer ante el congreso local para dar explicaciones sobre la crisis de imagen por la que atraviesa la Secretaría de Salud a su cargo, demanda que en días pasados le hicieron algunos miembros de la bancada panista.
Las caóticas irregularidades que prevalecen en el Hospital General de Torreón, así como las que privan en otras dependencias de la actual e ineficaz administración que soportamos con hartazgo, son consecuencia de la falta de recursos públicos tan necesarios para beneficio de los coahuilenses. Una gran parte del dinero que ingresa a las arcas del erario estatal, es empleado para pagar el capital e intereses de la megadeuda engendrada por la corrupción.
Ese inmoral pasivo nos lo heredó el exgobernador Humberto Moreira Valdez y su camarilla de funcionarios deshonestos, quienes se enriquecieron en detrimento de los coahuilenses, ellos gozan con cinismo hasta el día de hoy de un blindaje de impunidad.
Domingo Deras Torres.
Torreón, Coah.
