Perfil. Luis Reyes Enríquez, El Z-12, formó parte del Ejército por nueve años.
En Nuevo León, elementos de la Policía Federal, en coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) detuvieron a Luis Reyes Enríquez, El Z-12, identificado como uno de los fundadores de Los Zetas.
Juan Carlos Silva, titular de la División antidrogas de la Policía Federal, informó que Reyes Enríquez extendió sus operaciones en Nuevo León, San Luis Potosí, Tamaulipas, Puebla, Hidalgo, Veracruz, Estado de México y Ciudad de México.
"Derivado de trabajos de investigación y en cumplimiento a una orden de reaprehensión girada por un juez federal, la Policía Federal, en coordinación con la Secretaría de Marina-Armada de México, lograron la ubicación de un sujeto señalado como fundador y líder de un grupo delictivo, quien es considerado como generador de violencia y responsable del trasiego de drogas en los estados de Nuevo León y Tamaulipas", explicó.
El funcionario precisó que El Z-12 fue detenido en junio de 2007 por militares en Hidalgo cuando se encontraba en una fiesta familiar; fue consignado ante un juez federal por su probable responsabilidad y participación en los delitos de delincuencia organizada y delitos contra la salud.
El 15 de abril del 2015 fue puesto en libertad del penal de Puente Grande, Jalisco, luego de obtener una sentencia absolutoria en su favor; de inmediato, el Ministerio Público de la Federación interpuso un recurso de apelación.
En agosto de 2015, el Tribunal de Circuito falló en favor de la apelación y ordenó la revocación de la sentencia absolutoria y la reaprehensión de Luis Reyes por los mismos delitos. "Con la orden de reaprehensión otorgada por el Juzgado IV de Distrito de Procesos Penales Federales con sede en Jalisco, fue ubicado y detenido en la colonia Zona Alianza, del municipio de San Pedro Garza, García, en Nuevo León", dijo. El integrante de la organización de Los Zetas fue trasladado al penal de Puente Grande; el titular de la División antidrogas de la PGR agregó que deberá compurgar una pena de 47 años de prisión.
