"A los asaltantes no les diría nada, quisiera tener la autoridad de tenerlos y refundirlos en el Cereso, en el bote, para que nunca vuelvan a ver el Sol, que sufran toda su vida, ¿cuánto tiempo les va a durar el dinero?, dejaron un dolor a toda la familia de mi compañero, terminaron con la vida que él tenía por delante", dice Alexis, luego de haber sido testigo de la muerte de su compañero en un asalto registrado la tarde del pasado miércoles en un centro comercial de Torreón.
El joven, de apenas 20 años de edad, se desempeñaba desde hace seis meses como operador custodio en la empresa de valores y mercancías Tecnoval, ubicada en esta ciudad. Y en medio de su tristeza, de la decepción que siente por la falta de herramientas para poder laborar y del temor porque vuelva a presentarse otro suceso similar, decidió renunciar a su empleo.
"Mi esposa está embarazada, está a punto de aliviarse, mi familia también ya me dijo que no, que no siguiera, y yo también por mi propia vida, porque los asaltantes vieron que pudieron y lo van a volver a hacer, quiero hablar con mis compañeros porque no quiero que les toque también a ellos, voy a renunciar, estoy descontrolado, triste, molesto", afirmó.
UN DÍA DE 'TERROR'
Lo que sería un día de trabajo normal, para el chofer del vehículo en el que viajaban, para Alexis, y su compañero fallecido, ese miércoles, prácticamente se convirtió en una "pesadilla".
"Yo duré mucho tiempo trabajando con él, tenía dos o tres meses con él, fijo, y me pongo a pensar, hubo tantas cosas, mis demás compañeros me decían que siempre que íbamos a ese cajero pidieramos apoyo, pero no sé, lo hemos hecho así, solos, nunca había pasado nada, nos dimos la confianza, estaba todo tranquilo, fueron dos segundos lo que cambió la vida de nosotros", expresó.
Y es que al llegar al sitio, y luego de que el presunto agresor accionara el arma de fuego en repetidas ocasiones, el joven cuenta que junto con el chofer de la unidad que los acompañaba, trataron de brindar auxilio a su compañero, pero que ya nada se pudo hacer.
"A mí me dispararon también, pero gracias a Dios no sé como la libré, me rebotó la bala, de milagro yo estoy vivo, aquí hemos formado una familia, nos vemos todo el día y estoy seguro que el dolor que siento yo, los sienten todos, el agresor no nos dio oportunidad de nada, nos disparó a quemarropa, cuando me disparan caigo el suelo y la escopeta no supe ni donde quedó, se me cayó", explicó.
No obstante, Alexis asegura que los mismos agentes ministeriales revisaron los cartuchos "y nos dijeron que esos que traíamos de las escopetas no servían para una acción, dijeron que eran balines, que nunca le íbamos a dar a nadie, el material que tenemos para trabajar es de adorno, con eso no nos vamos a defender".
LOS HECHOS
Fue en punto de las 15:50 horas del pasado miércoles, que se activó el Código Rojo en la región, ante el reporte de detonaciones de arma de fuego en el interior de un centro comercial, ubicado sobre el bulevar Rodríguez Triana, entre Vasconcelos y División del Norte.
En minutos llegaron patrulleros de todas las corporaciones y ubicaron sin vida al guardia de dicha empresa de traslado de valores, justo a unos metros de un cajero automático.
Según versiones de las autoridades, los hechos ocurrieron cuando Alan Mercado Morones, de 29 años de edad, empleado de la empresa de valores, bajó junto con un compañero a realizar una transacción en el cajero de la tienda.
A unos metros los esperaba el presunto agresor, que fue descrito por testigos como un joven de unos 20 años de edad, 1.60 metros de estatura y de complexión delgada; llevaba en su mano un arma de fuego, misma que accionó en repetidas ocasiones contra ambos empleados.
Alan Mercado recibió dos impactos en una zona desprotegida por el chaleco antibalas, por lo que perdió la vida al instante, mientras que su compañero (Alexis) recibió un disparo directamente sobre el chaleco y logró salvar su vida. Sin embargo, quedó con una herida superficial y hasta ayer, tenía dificultad para mover uno de sus brazos.
SE ESCAPA
La PGJEC indicó que el presunto delincuente pudo escaparse corriendo con las bolsas que llevaban los guardias, tenían un monto de alrededor de 2.5 millones de pesos en efectivo.
"Fue una cantidad fuerte, pero ¿cuánto les puede durar?, yo les digo que hay un Dios y se lo va a cobrar", añadió el joven quien aseguró que durante su estancia en la empresa, es la primera ocasión en la que se enfrentaba a un asalto.
"Lamentablemente no nos llevan a tirar, no nos llevan a capacitar para saber que traemos buenas armas, ese el problema, desconocemos si en verdad sirvan o no, la capacitación nada más es cuando entras, nos hacen el examen de tiro, lo inspecciona Sedena, pero ya después de eso ya no. Desde que entré aquí, la empresa dice que vienen mejores armas y chalecos, pero yo le diría al Sindicato de Trabajadores que equipen al cien a los compañeros que decidan seguir aquí", explicó.
Alexis dijo que en promedio, en la empresa percibía un sueldo de entre mil 900 y mil 100 pesos, menos descuentos, ello bajo un contrato de 12 horas. "Sí tenemos un descanso por semana, pero no lo dan junto para no dejar mucho tiempo sin trabajo, no lo pegan", expresó.
Hasta ayer, Alexis y demás empleados que laboran en la empresa de valores y mercancías, se mostraron consternados por la muerte de su compañero.
"Soy católico, no voy mucho a misa, pero ya con esto que me pasó iré a misa a pedir por mi compañero caído y por su familia, y a mis demás compañeros les digo que ya no sigan, tenemos muchas cualidades y sabemos hacer otras cosas, no somos unos inútiles", concluyó.
MESES
Tenía laborando Alexis en la empresa.
