Plan. Hillary Clinton presentó ayer su plan económico en Michigan, uno de los estados con mayor sector manufacturero.
Donald Trump no es el único candidato que busca impedir que las empresas estadounidenses trasladen sus sedes al exterior del país.
La demócrata Hillary Clinton prometió ayer en Michigan, uno de los estados cuya economía más depende del sector manufacturero, que impondrá un impuesto de salida a estas compañías.
"Aquellas empresas que se muden para evitar el pago de impuestos aquí van a tener que pagar para mover sus sedes fuera", afirmó la exsecretaria de Estado durante la presentación de su plan económico en una fábrica.
Clinton se dijo representante de las preocupaciones de la clase trabajadora y reiteró su rechazo al Acuerdo Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés), un tratado que había defendido en el pasado.
"Detendré cualquier acuerdo comercial que destruya trabajos y rebaje los salarios, incluido el TPP", afirmó la aspirante demcrata, quien aseguró que planea invertir 10 mil millones de dólares en asociaciones "Make it in America" (Hazlo en Estados Unidos) para apoyar un renacimiento manufacturero en el país.
CRITICA A TRUMP
Durante su discurso, la candidata ofreció una feroz crítica contra su rival republicano, quien, pese a ir detrás en las encuestas, tiene un mayor apoyo entre los trabajadores blancos del sector manufacturero.
La demócrata acusó al magnate de no ofrecer soluciones creíbles para los desafíos que enfrenta el país y de proponer un esquema de impuestos que le permitiría a él y a los ricos pagar menos de la mitad de lo que ahora pagan.
"Existe un mito ahí fuera de que él (Trump) irá contra los ricos y poderosos porque, de alguna manera, en su corazón, él realmente apoya al hombre humilde. No lo crean", afirmó Clinton.
"Él pagaría menos de lo que millones de familias de la clase media pagan", agregó.
Clinton se refirió a los recortes de impuestos a las grandes corporaciones y los más ricos propuestos por Trump durante la presentación de su programa económico el lunes en Detroit y dijo que éstos se pagarían mediante recortes en educación, sanidad y protección al medio ambiente.
En su propio plan, la candidata prometió la mayor inversión en infraestructura desde la Segunda Guerra Mundial (275 mil millones de dólares) y un gran gasto en energías renovables, y reiteró sus planes de enseñanza universitaria gratuita para las familias de clase media.
"Algún país tiene que ser la superpotencia de la energía limpia (...) puede que sea China, Alemania o Estados Unidos; yo quiero que seamos nosotros", expuso.
