Darín, quien también es candidato al Premio Platino de Mejor Actor por la película “Truman”, del director catalán Cesc Gay, aseguró asimismo que “el cine se aprende haciéndolo”. (EFE)
El actor argentino Ricardo Darín, quien recibirá mañana en Punta del Este, Uruguay, el Premio Platino de Honor del Cine Iberoamericano, afirmó hoy que “el cine nos ayuda a vivir mejor” y que “hay historias que nos ayudan a caminar”.
Darín, quien también es candidato al Premio Platino de Mejor Actor por la película “Truman”, del director catalán Cesc Gay, aseguró asimismo que “el cine se aprende haciéndolo”.
Recordó que en los inicios de su carrera participó en un montón de películas, muchas de ellas sin reconocimiento, pero “no me arrepiento, ni me avergüenzo”.
Al destacar la importancia del cine, el actor hizo hincapié en “la sensación maravillosa que podemos sentir a la salida de una buena película, cuando sentimos que todo es posible, que todo depende de nosotros, que nos empuja hacia delante, que en vez de aplastarnos nos eleva”.
Darín, quien aseguró sentirse muy orgulloso por el Premio Platino de Honor que recibirá, habló sobre los problemas de distribución para el cine iberoamericano.
“En décadas anteriores se nos ocurrió tener una fluidez de intercambio con las cinematografías europeas, ya fuera la española, francesa o inglesa, estábamos acostumbrados a tener una posibilidad de intercambio cultural muchísimo más fluido del que tenemos hoy en día”, sostuvo.
Es innegable “y lo tenemos que asumir, que la industria americana por excelencia dispone de una mecánica realmente importante, y lamentablemente se ha encargado de ir desplazando de algunas plazas la posibilidad de colocar nuestras historias”, manifestó Darín.
En ese sentido, consideró importante reflexionar sobre “hasta qué punto nos interesan las superproducciones y los efectos especiales, o las historias que tienen carne y hueso, y yo creo que cada uno de nosotros debe tener una respuesta íntima a esa pregunta”.
“Me encantaría poder seguir disfrutando de muchas otras cinematografías que quedaron un poco cercenadas por la cuestión de espacio y de ocupación frente al avasallamiento de las grandes producciones americanas y las distribuidoras”, añadió.
El actor, famoso por sus papeles en cintas como “El secreto de sus ojos” o “Nueve reinas”, habló de sus inicios y de cómo se planteó el hecho de ser actor.
Hijo de actores, aseveró: “no tuve muchas alternativas y también es cierto que no me imagino otro posible camino, a pesar de que fantaseé con ser psiquiatra, (o) veterinario”.
“La verdad es que me siento muy bien de haber heredado de mis padres esta profesión y me hace sentir más orgulloso ser un eslabón en la cadena, porque mis hijos y sobrinos están abrazando este camino, así que la historia continúa”, dijo.
Sobre si imaginó el éxito que ha tenido como actor, expresó: “yo nunca imaginé nada, no tengo capacidad de planificación, yo soy muy vago y voy haciendo lo que puedo”.
Sin embargo, el actor argentino puntualizó que “cuando nosotros lo pasamos bien, eso trasciende” y agregó que siempre estuvo enfocado a aprender.
“Yo creo que se aprende mucho más de las equivocaciones que de los aciertos, ya que si las cosas no salen cómo esperamos nos preguntamos cuál fue el motivo, mientras que creemos que somos merecedores de todo cuando las cosas salen bien”, abundó.
Lamentó que la sociedad actual no se otorgue mucho espacio para el error, se exige demasiado, y siempre esperando que se logre el éxito.
Por último, se refirió a su próxima película “La cordillera”, dirigida por Santiago Mitre, la cual empezará a rodarse en septiembre próximo.
