Por la poca frecuencia con que se dan ciertos acontecimientos, de pronto cuando un hecho inusitado se presenta, lo primero que refleja es sorpresa, y cuando ésta va pasando, se empieza a pensar lo que aquello realmente significa; así nos sucedió cuando apareció el cometa Halley en el año 1986, que hasta un rock le compusieron. El punto es que nos sucede lo de siempre: como nación y como sociedad, llegamos tarde a los eventos y las decisiones que tomamos por lo regular quedan fuera de tiempo, aunque para el caso nunca es tarde, sólo es necesario ponderar el hecho y aprovecharlo. El que en el acto oficial de promulgación del paquete de leyes para impulsar el Sistema Nacional Anticorrupción -SNA- el pasado 18 de julio haya pedido perdón el presidente Peña por lo de la "casa blanca", no elimina el tráfico de influencias; es posible que se le haya apostado a que las condiciones en el país y la atención de la sociedad sobre los asuntos públicos fuera la misma: no pasa nada; y que una vez transcurrida una semana, el asunto se olvidará...pero no fue así. Además del perdón pedido, necesitamos preguntarnos el propósito de haberlo pedido, porque un presidente a la baja y un partido - PRI- en el mismo nivel, lo que hagan a partir de ahora, sólo tendrá un doble motivo: buscar que no siga bajando esa percepción en términos de aceptación y preparar el terreno para las elecciones de 2018 sin perder de vista las que en plano local se realizarán en 2017. Visto así, parece que la apuesta no acaba de acarrear ninguna simpatía porque, ¿cómo es que no habiendo nada turbio y todo conforme a la ley, la esposa del presidente decide regresar la "casa blanca" a la empresa del Grupo HIGA? ¿Es sólo devolverla y ya, sin dar explicación alguna del presidente y de su esposa? Ya nos ha sucedido, como en el caso de un director de Simas acusado de peculado en el que se vio involucrada la exdiputada por el PRI Laura Reyes Retana, hoy directora de Catastro en Torreón, y para lo que sólo fue necesario regresar el dinero robado para quedar limpios de cualquier culpa, según las crónicas de la época. Es claro que en estos tiempos, ya no son suficientes las buenas razones, ahora son necesarios los hechos; sin embargo, por sí solo no será suficiente el contar con una base sólida para impulsar el combate a la corrupción, la parte difícil apenas empieza; es decir, conseguir que lo que las leyes establecen se aplique de manera efectiva. Debemos estar conscientes que "una golondrina no hace verano", ya han sido muchas las que nos han hecho y siguen considerando que con el simple hecho de hacer una declaración (el presidente, gobernador, alcalde, etc.) ésta por sí sola ya hace las veces de hecho; por ello y para el caso, "hechos son amores, no buenas razones". Para PC 29, es importante involucrarse en los temas de interés público y responsabilidad gubernamental donde el cumplimiento de obligaciones de los servidores públicos es fundamental. Ya hemos sido objeto de una extensa verborrea de parte del alcalde, el contralor, del director de obras públicas, y sobre todo del tesorero, en relación a las decisiones, las motivaciones, los costos de obras, calidad de servicios y manejo del dinero público que a partir de este acontecer derivado del SNA, el proverbio está más vigente que nunca: "hechos son amores, no buenas razones". El cambio a partir del perdón, a partir de la decisión de combatir y denunciar la corrupción de los gobernadores, es cosmético si no se demuestra con hechos: detenciones, castigos, recuperación de lo saqueado. Estimado lector, si quieres estar enterado de lo que realmente significa la promulgación del paquete legislativo conocido como Sistema nacional Anticorrupción, PC 29 te invita a que consultes estas ligas: http://rendiciondecuentas.org.mx/alistan-nuevas-iniciativas-ciudadanas/; y http://rendiciondecuentas.org.mx/los-piratas-de-borge-el-saqueo-de-bienes-institucionalizado-en-quintana-roo/
EN EL COSTAL
¿Cuándo van a pedir perdón Videgaray por su casa en Malinalco y las constantes fallas en la predicción del mejoramiento de la economía y Aurelio Nuño por la constante negociación de la Reforma Educativa, cuando ésta - afirma- no es objeto de negociación alguna? ¿Y Javier Duarte por la invención de empresas para traficar con el dinero que debería ser usado para aliviar las penurias y necesidades de los que menos tienen, y de los que sí, como la Universidad Veracruzana? ¿Y Humberto Moreira, por el "descuido" de no haber estado pendiente de quienes saquearon al estado y lo llevaron a una deuda que hipoteca el futuro de tres generaciones? ¿Y Rubén Moreira, por sólo haberse enterado de las rapacerías de su hermano a través de lo que publicaron los medios de información, siendo él personaje de primer nivel político en Coahuila y por cómo esa deuda, durante su mandato se ha incrementado?
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