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La alegría de los franceses se puso de manifiesto apenas terminado el encuentro en Marsella.

La alegría de los franceses se puso de manifiesto apenas terminado el encuentro en Marsella.

AP

De la mano del oportunismo de Antoine Griezmann, Francia no perdonó dos errores de Alemania y se citó con Portugal para disputar la final de la Eurocopa.

Griezmann elevó a 6 su cuenta goleadora del torneo al marcar los tantos con la que la selección anfitriona superó ayer 2-0 a Alemania, cuya ambición de un doblete Mundial-Eurocopa naufragó en Marsella.

El artillero francés abrió el marcador cuando se jugaban los descuentos del primer tiempo al convertir un penal tras una mano de Bastian Schweinsteiger en el área.

Dentro de un partido en el que Alemania dominó la posesión, Griezmann metió el segundo a los 72, con la complicidad de un balón que la zaga alemana perdió dentro del área y seguido su arquero Manuel Neuer despejó mal un centro de Paul Pogba. La pelota quedó servida para que el delantero del Atlético de Madrid sólo tuviera que empujarla al fondo.

En su primera Euro, Griezmann quedó a sólo tres tantos de alcanzar a su compatriota Michel Platini y al portugués Cristiano Ronaldo, los máximos artilleros en la historia del torneo.

"Estamos muy contentos y podemos ponernos a soñar con el 10 de julio", dijo Griezmann sobre la fecha de la final. "Pero hay que mantener los pies firmes sobre la tierra".

Alemania reaccionó con rabia en procura de la remontada en el último cuarto de hora, pero la falta de pericia de sus atacantes -lastre durante todo el torneo- le negó el gol.

"Fuimos mejores que Francia en todo menos en el resultado", se lamentó el técnico alemán Joachim Loew.

Griezmann y Francia se las verán ahora contra el Portugal de Cristiano, en la final que se disputará el domingo en el Stade de France, un duelo entre dos goleadores -con el número 7- que brillan en los dos grandes clubes de Madrid.

Para vencer a Alemania por primera vez desde 1958 en una competición oficial, Francia se cobijó en Marsella, la ciudad del sur donde el fútbol se vive con más pasión en el país. En una noche calurosa, la masa no se aburrió de entonar La Marsellesa, el himno nacional.

Francia irá por su primer gran título desde que se proclamó campeona de la Euro 2000, dos años después de salir airosa del Mundial 1998, consagrándose en el entonces flamante Stade de France.

Pero por largos tramos de la semifinal, el equipo del técnico Didier Deschamps sufrió, inclusive con el 2-0. Joshua Kimmich estrelló un remate en la escuadra y el arquero Hugo Lloris pasó varios sofocones en un desesperado ejercicio de coraje alemán.

Alemania venía de romper un maleficio ante Italia al vencerle por penales en los cuartos de final, su primera victoria ante los Azzurri en un gran torneo. Pero no pudo sostener su propia supremacía ante Les Bleus, que incluyó victorias en los mundiales de 1982, 1986 y 2014.

Las bajas acabaron minando a los alemanes, que afrontaron las semifinales sin el volante Sami Khedira y el atacante Mario Gómez por lesiones, además del defensor Mats Hummels por suspensión. Para colmo, a los 61, el central Jerome Boateng se retiró por lesión.

Todo se le puso cuesta arriba cuando tenían a Francia contra las cuerdas, recibiendo un gol poco antes del descanso: "concedimos un penal muy desafortunado", dijo Loew.

El árbitro italiano Nicola Rizzoli pitó la pena máxima por la mano Schweinsteiger, al pugnar por un balón aéreo con Patrice Evra. ¿Polémica? Las imágenes de videos muestran al capitán alemán con el brazo estirado tocando el balón, en lo que era una acción sin peligro.

Los alemanes no se lo podían creer. El segundo gol que encajan en todo el torneo caía por otro penal causado por imprudentes manoteos. Les había ocurrido en su duelo de cuartos, cuando cerca del final Boateng bajó un balón de esa firma y Leonardo Bonucci se encargó de facturar.

Griezmann no perdonó al rematar a la derecha de Neuer.

El 1-0 parcial no reflejaba en lo absoluto lo que habían sido los primeros 45 minutos. Francia fue como una tromba al inicio, cuando Griezmann se perdió una ocasión al rematar muy débil ante Neuer.

Pero Alemania despertó a partir de los 10 y manejó el partido a su antojo. El mediocampo francés no tenía a nadie que ofreciera equilibrio, y los campeones mundiales causaban zozobra cada vez que se proyectaban.

Thomas Mueller desperdició una buena oportunidad y Emre Can, el volante que reemplazó a Khedira, exigió a Lloris con un disparo que dio un bote dentro del área. Lo de Mueller es sencillamente increíble. Se despidió de su segunda Euro sin poder anotar un solo gol, cuando ha convertido 10 tantos en los dos mundiales previos.

"Hemos estado bien en todas las facetas del juego", indicó Loew. "Tuvimos ocasiones, pero no supimos marcar. Nos faltó suerte".

64

MIL

Espectadores presenciaron el partido en el estadio Velodrome de Marsella.

Los aficionados franceses siguieron de cerca las acciones e inundaron las tribunas con banderas de su país.
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Escrito en: Selección Francia Eurocopa 2016

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