En rondas anteriores, los jugadores de Galés compartieron el festejo después de los juegos con sus hijos.
Es adorable, pero no es seguro.
La UEFA explicó ayer el porqué no quiere que los hijos de los jugadores se sumen a los festejos tras los partidos de la Eurocopa.
Las imágenes de niños con los colores de Gales junto a sus padres en la cancha han añadido otro ingrediente de simpatía de los semifinalistas del torneo, además de deleitar al público.
Sin embargo, la UEFA pidió ponen fin a los festejos familiares cuando Gales enfrente a Portugal en Lyon el miércoles.
"Es una Eurocopa, no una fiesta familiar", dijo el director de torneos de la UEFA, Martin Kallen.
"Un estadio no es el sitio más seguro para niños pequeños", añadió Kallen, al advertir podrían producirse problemas en caso que hinchas invadan el terreno y con el personal del estadio que maneja maquinarias.
Quizás una de las escenas más vividas de la Euro 2016 se dio cuando el astro galés Gareth Bale se puso a corretear con Alba Violet, su hija de tres años, en el césped del Parc des Princes de París tras la victoria 1-0 ante Irlanda del Norte por los octavos de final.
"El poder compartir el momento con mi hija y mi familia fue algo muy emocionante" dijo Bale. "Llevaba cuatro o cinco semanas sin verlos. Es una experiencia increíble que nunca olvidaré".
Tras sorprender a Bélgica en los cuartos de final el sábado pasado, un equipo completo de hijos de los jugadores se puso a patear balones en el área chica situada frente al sector de la tribuna de los hinchas gales en el estadio de Lille.
"Son lindas fotos", reconoció Kallen. "No nos oponemos del todo, pero queremos ser cautelosos".
