Columnas Social

La columna del perro

¿Depresión?

M.V.Z. Miguel Dávila Dávila

La depresión, NO es una enfermedad moderna, sin embargo en los últimos tiempos se ha dado mayor importancia, a qué es la que la produce, su duración, así como su tratamiento, reincidencia, secuelas, etc.

¿Por qué hablo ahora de esto? Muchas personas que llevan sus mascotas a la consulta me platican la gran ayuda que su perro o gato les ha proporcionado, cuando ellos atraviesan por un periodo de tristeza, ansiedad o depresión. Me comentan también que el simple hecho de acicalar a su perro o gato, el sacarlos a pasear, bañarlos, darles de comer y lavar su área de estancia, los relaja de una manera diferente a otro tipo de actividades.

La vida moderna tan ajetreada y competitiva en muchas ocasiones nos deja poco tiempo para tener calidad en las relaciones interpersonales, ya sea en el trabajo, afectivas, padre e hijo, entre hermanos, vecinos, etc.

Considero en lo personal que las mascotas nos sirven como puente para retomar el control de nuestras emociones y volver así a mejorar las relaciones de nosotros para con las personas que nos rodean.

Se debe a que nuestras mascotas no nos ven a nosotros con otros ojos, es decir no nos juzgan. Ellos tampoco nos ven con ningún defecto, no les interesa si somos o no agraciados con la belleza física como lo hacen los humanos, o si somos ricos o pobres, tampoco si somos populares o no. A nuestra mascota le basta un poco de atención o alimento para ver en nosotros la razón de su vida.

Recomiendo en especial a las personas mayores, que se encuentran frecuentemente solas que tengan una mascota adecuada a sus necesidades de espacio, tiempo y presupuesto. Para que no sólo le sirva de compañía, sino que también le sirva de protección y entretenimiento. Hay familias que tienen algún miembro con una enfermedad crónica o prolongada, o con algún tipo de discapacidad para lo cual la mascota se convierte en parte de su terapia, amén de ser su compañero constante e incondicional evitando que se sientan solos o aislados de los demás.

Esa ocasión llevó a su perrita de 12 años a la extirpación de un tumor mamario, que tenía ya varios años que había enviudado y por tanto muchos de los días se sentía solo. Continuó diciéndome si no fuera porque tengo un poco de trabajo y mis dos perros que ya están viejos de repente no le encontraría sentido a la vida. Pero vuelvo a jugar y acariciar a mis perros que por algún motivo, me transmiten algo de alegría y atención, haciéndome olvidar que estoy solo y vuelvo otra vez a la normalidad. La calidad de compañía y lealtad que un perro nos brinda no depende de su pureza racial.

Cualquier perro ya sea puro de raza, o criollo (mestizo) cumple sobradamente como ayuda y compañía hacia nosotros. No cerremos la puerta a este apoyo que las mascotas nos brindan desinteresadamente, ayuda que alterará para bien nuestro estado de ánimo.

Y además como dijo mi amigo Rogelio Cuéllar Carvajal quien es un gran conocedor de este mundo y las personas que habitamos en él, todas las personas padecemos de cuando en cuando de cierto grado de depresión, y yo coincido con mi amigo.

Y ahora para terminar una gota de filosofía: LO TRISTE DE LA TRAICIÓN, ES QUE NO VIENE DE TUS ENEMIGOS.

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