Políticos, religiosos y activistas se pronunciaron en contra de la iniciativa que busca reconocer el derecho de los homosexuales a contraer matrimonio y adoptar hijos.
La diputada federal Cecilia Romero manifestó que el PAN no apoya la propuesta del Ejecutivo federal, pues, dijo, el matrimonio es una institución que debe ser respetada y en el caso de las adopciones se debe discutir el derechos de los niños a tener una familia.
"Hay muchas otras formas de que se puedan ejercer los derechos sin inmiscuirse en cuestiones que tiene que ver con la identidad de las instituciones. Además no hay derecho a la adopción, hay el derecho, el interés superior del niño para tener una familia que lo pueda ayudar a desarrollarse adecuadamente", planteó Romero.
En Acapulco, el Arzobispo Carlos Garfias consideró que las uniones homosexuales extingue a las sociedades."Es muy claro que, una unión entre dos personas del mismo sexo no está abierta a la vida y en ese sentido se convierte en una manera de cerrar la sociedad, de ir contra la sociedad".
La Red Familia rechazó la propuesta y consideró que se presenta como un distractor de los grandes problemas nacionales, como la impunidad, la corrupción y la violencia.
No es suficiente
Activistas de la comunidad LGBTI celebraron la iniciativa del presidente sobre el matrimonio igualitario, pero consideraron que no es suficiente y exigieron atender también temas que afectan a esa población, como el acoso escolar, los crímenes de odio y la violencia homofóbica.
Juan Jacobo Hernández, director de Colectivo Sol opinó que el matrimonio igualitario es una victoria largamente peleada. "(Pero) no podemos quedarnos ahí", advirtió.