Para algunos causó sorpresa y para otros indignación, la iniciativa que el presidente Enrique Peña Nieto dio a conocer en el marco del Día Internacional de la Lucha contra la Homofobia y Transfobia, para una reforma constitucional que plantea el reconocimiento explícito del matrimonio entre personas del mismo sexo en la Carta Magna.
Los sorprendidos fueron los beneficiados, aunque en Coahuila ya es una realidad. "Es algo que verdaderamente no nos esperábamos, fue una sorpresa, que bueno que el Estado Mexicano se atreva a avanzar en el tema de los Derechos Humanos de las personas que tenemos una orientación afectiva sexual diferente a la de la mayoría, y que bueno que lo haga a pasos agigantados estaba muy deudo en el tema de ser garante en los derechos de la diversidad sexual", señaló Raymundo Valadez Andrade, promotor de los derechos LGBT en la región Lagunera.
De ser efectiva esta iniciativa, dijo que las personas que decidan unirse en matrimonio, lo harán de una manera ordenada y no clandestina, como en muchos estados aún se hace.
Además señala que las parejas, una vez unidas en matrimonio gozarán de derechos como cualquier otra pareja, como: compartir la seguridad social, derechos a vivienda, el reconocimiento legal de los hijos, entre otros.
Entre los pendientes, asegura que aún está el generar más conciencia entre la población para erradicar la discriminación, "que sigue perdurando; sobre todo hay grupos ultraconservadores y religiosas que nos gritan a los cuatro vientos que no somos personas normales, y que somos pecadores".
Por su parte, Claudia Susana Nevárez de Sociedad Educativa de Refuerzo a la Familia y Valores (Serfam), dijo que es una decisión desafortunada por parte del presidente de la república, "sobre todo considerando toda la problemática económica, social que tenemos en el país con tantos millones de pobres, tanta gente desempleada, corrupción, el servicio ineficiente e insuficiente de parte de servicios médicos de gobierno".
Además asegura que esta iniciativa sólo atiende las demandas de unos cuantos, "que no son las que corresponden de un país democrático porque si hablamos de democracia nos estamos refiriendo a las mayorías, no somos las mayorías quienes tenemos esas inclinaciones o preferencias sexuales".
Por su parte, los obispos de México a través de un comunicado publicado en la página oficial de la Conferencia del Episcopado Mexicano, expresaron que: "valoramos todas las propuestas y acciones que promuevan el reconocimiento y protección de los derechos de todos y el deber que cada persona tiene de respetar la dignidad de los demás".
Aunque también comentaron que "reconocemos la gran variedad de situaciones familiares que pueden brindar cierta estabilidad, pero las uniones entre personas del mismo sexo, por ejemplo, no pueden equipararse sin más al matrimonio. Ninguna unión precaria o cerrada a la comunicación de la vida nos asegura el futuro de la sociedad".
"Para nosotros como iglesia siempre seguimos reconociendo la validez del matrimonio como institución base de nuestra sociedad, y de esta sociedad, que necesita encontrar precisamente esta riqueza del hombre y la mujer, para la procreación y la formación de los hijos.
"Entonces nosotros como iglesia seguimos reconociendo y seguimos valorando la belleza y la importancia de la familia en el matrimonio como lo conocemos", dijo el padre Ignacio Mendoza Wong, vocero de la Diócesis de Torreón.
Controversia. Iniciativa del presidente Enrique Peña causó una serie de reacciones, tanto a favor como en contra, en la región. (AGENCIAS)
