Los árbitros del juego entre Warriors y Thunder no marcaron una violación en los segundos finales. (Archivo)
El hecho de que la NBA haya reconocido que debió marcarse una infracción a Russell Westbrook fue un flaco consuelo para el entrenador de Golden State, Steve Kerr.
Ayer, se informó a Kerr que el vicepresidente de la NBA para operaciones arbitrales y de repetición instantánea Joe Borgia había dicho en NBA TV después del partido que Westbrook sí arrastró su pie de apoyo antes de solicitar una pausa. Faltaban 17,2 segundos del partido, y Oklahoma City ganaba por tres puntos.
Cuando se le hizo referencia a los comentarios de Borgia, Kerr dio una respuesta sarcástica.
"¡Sí, sí!", exclamó con falso entusiasmo después del entrenamiento del martes. "Es asombroso".
La jugada ocurrió el lunes, cuando los Warriors perdían por 105-102 en el primer partido de la final de la Conferencia del Oeste, y les privó de una oportunidad de buscar el empate con un triple.
Tras la pausa solicitada por Westbrook, el astro del Thunder recibió una falta y convirtió un tiro libre. Oklahoma City se impuso por 108-102.
La NBA reconoció también en su reporte de ayer que los árbitros dejaron de marcar una infracción de Stephen Curry, de Golden State, después de que Westbrook encestó desde la línea de castigo. Pero esa segunda jugada tuvo poco impacto sobre el encuentro, porque Curry falló el tiro.
Kerr opinó que sería mejor que la NBA no revelara los errores de los árbitros. Sin embargo, dijo entender por qué lo hace.
"No me gusta esta práctica", manifestó. "Agradezco que la NBA trate de ser transparente, pero esto es injusto para los árbitros. Siento como que los ponen en evidencia. Tienen un trabajo imposible, de verdad. Y va a haber decisiones erróneas en cada encuentro. Jamás serán perfectos. Hacen lo mejor que pueden y no creo que haya ningún argumento para exponer las malas decisiones. Para mí, esto no cumple propósito alguno".
