Complicado. La agricultura de temporal es la actividad más afectada, dada la falta de lluvias durante el ciclo primaveral.
Aunque los fenómenos naturales conocidos como El Niño y la Niña han existido durante miles de años y son inherentes al sistema de la atmósfera y el océano, su recurrencia y sus efectos -como falta de lluvia o precipitaciones por arriba de lo normal- son cada vez más frecuentes.
Los especialistas atribuyen estas modificaciones al cambio climático y el calentamiento global, pero "no es una verdad demostrada", aclara Javier Riojas, experto en medio ambiente del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana.
Explica que estos fenómenos, que ocurrían de manera irregular en intervalos de 2 a 7 años, según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), ahora se presentan con mayor frecuencia.
"A veces ocurren un año sí y otro no, o dos años seguidos sí", dice Riojas. Por esta irregularidad en sus ciclos, los meteorólogos piensan que hay una relación entre el cambio climático global y la frecuencia e intensidad de estos fenómenos, explica el especialista.
El SMN segura que "actualmente, nos encontramos en condiciones de El Niño fuerte, que se está debilitando hasta posiblemente el verano de este año, cuando inicie un período neutral, es decir, ni Niño ni Niña".
Explica que durante el verano de 2015 se registraron lluvias muy escasas, y durante el invierno del mismo año hubo precipitaciones por arriba de lo normal y con temperaturas bajas en algunas regiones del país.
Por eso, añade, en esta primavera de 2016 es posible esperar lluvias por debajo de lo normal, hasta que se debilite y desaparezca este evento, lo que puede ocurrir después del verano.
UNA MALA COMBINACIÓN
Con base en evidencia recuperada del crecimiento de los corales, árboles y lagos "El Niño" y "La Niña" han existido por miles de años y son inherentes al sistema de la atmósfera y el océano, explicó Graciela Raga, investigadora del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM.
"El Niño" tomó su nombre de los pescadores peruanos, quienes identificaron que en diciembre, hacia la época navideña, había más abundancia de peces. Atribuyeron el fenómeno a la llegada del Niño Jesús y los científicos de todo el mundo retomaron el nombre en todos los idiomas.
El Niño es el resultado del calentamiento-enfriamiento recurrente de la superficie del océano en el Pacífico del Este. Asociados a esas variaciones en la temperatura del mar, se presentan cambios en la presión atmosférica, conocidos como Oscilación del Sur (ENOS o ENSO, por sus siglas en inglés).
Un reporte del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) explica que El Niño es el evento de calentamiento de esas Oscilaciones del Sur, mientras que La Niña es su opuesto, pues ocurre en su fase fría.
Al ocurrir El Niño hay un calentamiento de las aguas superficiales en la parte oriental, en las costas de Sudamérica, Ecuador, Perú y Chile, y eso provoca cambios de clima en las costas de estos países. "Pero por su dimensión tiene consecuencias en el clima global, afirma Riojas.
Cuando estas corrientes calientes llegan a estas regiones, traen consigo una mayor cantidad de peces, que favorece a la actividad pesquera. Pero también ocasionan lluvias y riegos de inundaciones. La Niña, por su parte, trae menos pesca, provoca sequía y disminuye la humedad.
Cuando se cierra el ciclo de oscilación de caliente y frío de El Niño y La Niña, vendrán ciclos normales. Anteriormente el fenómeno volvía a aparecer hasta 7 años después, pero ahora el fenómeno ocurre con mayor frecuencia, dice el académico de la Ibero.
Aún no se sabe qué dispara y detiene estos fenómenos, que duran entre 12 y 18 meses, pero sus efectos son la falta de lluvia durante el verano por El Niño y precipitaciones por arriba de lo normal en el caso de La Niña.
La agricultura de temporal es la actividad más afectada por El Niño, dada la falta de lluvias durante el ciclo primaveral, lo que también podría aumentar la prevalencia de incendios forestales por las condiciones secas del clima.
Raga advierte además que si se desarrollan ciclos tropicales con agua caliente, hay mayor probabilidad de ciclones y huracanes intensos durante un año Niño, mientras que esta posibilidad es menor durante el año de La Niña.
Impactos ambientales
Riojas destaca que si La Niña llega a México en junio o julio, podría haber una temporada de lluvias más escasas.
"En las zonas más propensas, la sequía se agudizaría con las consecuencias que ya conocemos, como problemas de abasto de agua, afectaciones en la producción agrícola y ganadera, y causes bajos en los ríos", dice.
El especialista no descarta que el exceso de calor, con temperaturas de 40 grados en el sureste del país, se deba a efectos colaterales de El Niño, "pero el clima nunca se presenta como resultado de un solo factor", advierte.
Explica que en el sureste inciden otros factores, que también afectan el clima regional, "como la pérdida de bosques y la deforestación".
Pero especialista destaca particularmente el impacto del cambio climático y los efectos meteorológicos en ecosistemas de especies vulnerables acuáticas, terrestres y anfibias.
"Hay una crisis gravísima de extinción acelerada de sapos, ranas y anfibios, y eso tiene relación, entre otras cosas, con el surgimiento de nuevas enfermedades", dice el especialista, quien no mencionó la palabra Zika.
Sin embargo, explica que son especies muy importantes, ecológicamente hablando, porque se alimentan de insectos, que son precisamente los transmisores de esa enfermedad.
Riojas explicó que estas especies mueren por varios factores que tienen que ver con el cambio climático. Entre ellos la creciente contaminación, que los hace más vulnerables a las enfermedades, y los agroquímicos.
Alerta en el mundo
El Niño también va a afectarnos.
⇒ Las predicciones meteorológicas para 2016 en el mundo advierten que el fenómeno de El Niño, agravado por el cambio climático, incrementará las lluvias y provocará inundaciones.
⇒ De acuerdo con los expertos, la situación será más difícil si La Niña llega antes de que termine el año, pues habrá cambios en la temperatura del Océano Pacífico, que ocasionarán el doble de huracanes y más fuertes que el año anterior.
⇒ De hecho, el primer huracán del año, Alex, se formó en el Atlántico en enero, lo que no ocurría desde 1955.
⇒ Si llega La Niña será terrible para las cosechas", afirmó Stefan Vogel, un analista de Rabobank International. "El clima seco y caliente podría reducir la producción de maíz y soya especialmente en Estados Unidos".
