Agradecido. El reconocido comediante lagunero agradeció al público por acompañarlo durante sus tres décadas de trayectoria.
Hasta que el cuerpo aguante, Rogelio Ramos seguirá llevando su buen humor por todos los rincones de la República Mexicana.
Este sábado fue muy especial para el llamado "Rey del Stand Up" ya que celebró sus primeros 30 años de trayectoria en compañía de cientos laguneros que acudieron al Teatro Alberto M. Alvarado de Gómez Palacio.
A lo largo de dos funciones, Ramos divirtió a hombres y mujeres de todas las edades con sus ocurrencias, además el artista también cantó algunas melodías que complementaron el espectáculo.
La gira de Rogelio a propósito de sus tres décadas de carrera ha sido bautizada como "El show continúa"; pasará por Monterrey, Querétaro, Distrito Federal, Santa Catarina, San Pedro Garza García, Durango y Torreón.
Antes de las 18:00 horas, comenzaron a llegar los fans de Ramos al Alvarado. Muy sonriente, una señora de nombra Paquita Olivares dijo a El Siglo de Torreón que ya tenía bastante tiempo que no veía en vivo al artista.
"Me gusta mucho el señor Rogelio Ramos, y más cuando cuenta cosas de Torreón de años pasados, los chistes locales, como luego llaman a eso; aquí estamos con él festejando sus años de comediante", dijo Olivares.
"Rogelio Ramos es la onda", dijo un joven de nombre Agustín Rivas a su arribo al recinto gomezpalatino. Informó que le fascina el "stand up" y la propuesta de Rogelio, razones por las que acudió al evento.
A las 6:20 de la tarde, Rogelio apareció en el escenario del Alvarado luciendo un elegante traje en color negro. Lo primero que hizo fue agradecer al respetable su asistencia.
"Les agradezco que estén aquí. Por lo que veo éste será un show muy familiar, ustedes pagaron por verme así que voy a hacer todo lo posible para que se la pasen muy bien", pronunció.
Las primeras anécdotas del lagunero relacionadas con sus dos matrimonios, los regaños que sufría de niño por parte su mamá y el paso del tiempo en el ser humano arrancaron múltiples carcajadas entre los espectadores tan es así que a una señora le dio un ataque de risa.
El artista confesó que en estas últimas décadas realmente no ha trabajado ya que únicamente cada que sube a un escenario realiza lo que le gusta y satisface.
"Esto, la verdad, no es trabajo. En serio que sigo encantado de dedicarme a la comicidad, verlos reírse con mis tonterías es un gran aliciente", reveló a la gente.
Durante casi dos horas, Rogelio Ramos logró que cientos de laguneros olvidaran cualquier problema y volvieran a sus hogares con una sonrisa de oreja a oreja.
