Recomendación. Hábitos saludables es el mejor regalo que pueden recibir los niños y las niñas. (ARCHIVO)
La formación de hábitos adecuados respecto a la higiene, alimentación y sueño, así como la práctica de deporte, es el mejor regalo que una familia puede otorgar a sus hijos, ya que éstos en el mediano y largo plazo redundarán en una vida sana y con mayores posibilidades de que éstos alcancen la felicidad y la plenitud.
Dentro del marco de la celebración del Día del Niño, la especialista en medicina familiar y nutrición Myrna Elizabeth del Toro Sandoval, explica que no se necesita hacer regalos y mucho menos gastar dinero para hacer felices a los niños y las niñas.
Dedicar un tiempo para platicar con ellos o acudir a algún parque a practicar deporte en familia, es mucho más constructivo y enriquecedor que comprarles algún producto, por muy caro que éste sea.
Añade que la prevención de las enfermedades y la toma de conciencia sobre el autocuidado de la salud, debe comenzar desde edades tempranas y en ese sentido es importante que el tema se aborde en el seno de la familia, que los infantes sepan que otorgarles alimentos sanos y de alto contenido nutricional es una forma de decirles que son importantes y queridos.
La obesidad infantil, es un serio problema que requiere la participación de todos, pero fundamentalmente de la madre, ya que en la gran mayoría de los hogares de Coahuila es ella quien se encarga de la preparación de los alimentos y quien acompaña a sus hijos en la hora de comida.
En la infancia se consume lo que los adultos preparan y los hábitos de vida se adquieren en el hogar, por lo cual es fundamental que padre y madre de familia hagan conciencia.
Al practicar deporte, el infante se divierte, se fomenta la convivencia familiar y se generan endorfinas, que es una sustancia química la cual se relaciona con el optimismo de una persona.
Otros aspectos esenciales para llevar una vida sana son: la higiene y el sueño; aspectos tan sencillos como lavar manos y dientes, bañarse todos los días, utilizar ropa limpia y dormir cuando menos ocho horas diarias es fundamental tanto en la infancia como en la edad adulta.
La prevención es la base de todo manejo, señala la doctora quien destaca que los hábitos del infante inician en casa con el aprendizaje cotidiano, a través de los padres; no obstante, intervienen factores sociales, económicos y culturales, que se van reforzando en la escuela y en el medio ambiente en que se desenvuelve.
