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Sustitutos dérmicos

Piel artificial para el tratamiento de quemaduras

Plantilla de Regeneración Dérmica Integra. Foto: Mit Mechanical

Plantilla de Regeneración Dérmica Integra. Foto: Mit Mechanical

Genaro Miguel Cervantes Ortega

Las quemaduras son una gran preocupación debido a que son siniestros prevenibles que causan miles de muertes cada año, así como estragos a nivel social, económico y psicológico; es por este motivo que la existencia de sustitutos dérmicos, también conocidos como piel artificial, resulta invaluable.

Según datos difundidos en 2014 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año, mueren aproximadamente 265 mil personas de todo el mundo a causa de quemaduras, la mayoría en países de bajo y mediano ingreso, y más de la mitad en Asia.

De acuerdo con el artículo Epidemiología de las quemaduras en México, elaborado en 2014 por médicos del ISSTE, nuestro país registró un total de 129 mil 779 nuevos casos de pacientes con quemaduras en 2011; 126 mil 786 en 2013 y 65 mil 182 en 2014.

Una quemadura es una lesión a la piel u otro tejido orgánico causada principalmente por el calor o la radiación, la radiactividad, la electricidad, la fricción o el contacto con productos químicos.

La OMS advierte que las quemaduras son siniestrsos prevenibles considerados como un problema de salud pública tanto por el número de muertes que provocan, como por los gastos de hospitalización prolongada y tratamiento derivados de ellas. Además generan costos indirectos, como la pérdida de salarios, la atención prolongada de deformidades y traumas emocionales, así como el uso de los recursos familiares, aspectos que impactan en el ámbito socioeconómico.

En Epidemiología de las quemaduras en México se destaca, por ejemplo, que las quemaduras son de alta mortalidad y que la atención médica del paciente quemado es muy cara por los gastos prehospitalarios y hospitalarios (incluyendo los costos de la biotecnología consumible, estudios paraclínicos, medicamentos, nutrición, etcétera). Se ha estimado que los costos por paciente varían de 30 mil a 499 mil 999 pesos en casos de severidad leve sin disfunción orgánica, de 500 mil a cinco millones de pesos en casos de severidad moderada y de cinco a 40 millones en casos severos (con o sin falla orgánica múltiple).

En la mayoría de los casos, remarca el texto, el gobierno absorbe el costo de dicha atención médica en instituciones de salud pública, ya que los altos montos no pueden ser solventados de forma exclusiva por los pacientes y sus familias.

LA GRAVEDAD DE LAS QUEMADURAS

La piel es el órgano más grande del cuerpo y también el más pesado; una cubierta exterior que “forra” al cuerpo humano, describe el dermatólogo Salvador Morales Salas. Entre sus funciones principales se encuentra la de proteger al organismo de la entrada de virus, bacterias y agentes químicos; regular la temperatura interna; expulsar desechos (a través del sudor); sintetizar la vitamina D y la melanina (pigmento de la piel); responder a través del sentido del tacto ante los cambios externos y percibir el dolor proveniente de aquellos elementos que podrían perjudicar la integridad del cuerpo humano.

La piel se encuentra constituida por tres capas, cada una con sus características especiales. La epidermis, la dermis y la hipodermis. Siendo la primera la que se encuentra en la zona exterior, la dermis en la parte media y la hipodermis la más profunda, que es donde se almacena la grasa.

De acuerdo con el vídeo de Ted-Ed, How do scars form?- Sarthak Sinha, en una piel normal, las células que realizan diversas funciones se encuentran conectadas por una matriz extra celular (MEC); la cual permite el correcto intercambio de nutrientes, de comunicación entre células y de adhesión celular. Pero cuando esta es herida hasta la dermis, la MEC pierde esta organización y la zona cicatrizada termina con solamente entre el 50 y el 80 por ciento de la funcionalidad total de la piel. “Esto se debe a que el área de cicatriz tiene un distinto tipo y cantidad de colágeno al de la piel normal”, explica el cirujano plástico Vidal Iruegas Maeda

De acuerdo con la guía Diagnóstico y Tratamiento del Paciente “Gran Quemado” del Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud (CENETEC) las quemaduras son lesiones producidas por acción de diversos agentes físicos, químicos y biológicos que provocan alteraciones que van desde un simple eritema (enrojecimiento de la piel) hasta la destrucción total de las estructuras dérmicas y subdérmicas.

El médico Horacio Ambriz señala que las quemaduras de primer grado son las más leves de todas y ocurren solamente cuando se ve afectada la epidermis. Las de segundo grado; en cambio, se dividen entre superficial y profunda, la superficial alcanza la dermis, mientras que la profunda llega más allá de la dermis. Es en este tipo que llegan a producirse flictenas (ampollas), las cuales dejan una cicatriz. Las quemaduras de tercer grado son las más peligrosas, pueden traspasar hasta los músculos y huesos si el tiempo de contacto con el elemento dañino es el suficiente. Debido a la gravedad de la herida puede ocasionar insuficiencia renal, alteraciones en la sangre que conducen a la destrucción celular y si no es tratada a tiempo, puede llegar a infectarse, lo que aumenta la probabilidad de muerte.

TRATAMIENTO

En cuanto a la manera de tratar los diversos tipos quemaduras, Ambriz indica que para una de primer grado basta con utilizar compresas frías y un medicamento para disminuir el dolor del afectado. Es a partir de las de segundo grado que el tratamiento debe ser coordinado en un centro de víctimas de quemaduras que cuente con el equipo y el personal adecuado.

Debido al severo daño producido por las de tercer grado, la piel queda imposibilitada de regenerarse sin ayuda, por lo que una vez curada se utilizan injertos o colgajos; que bien puede ser autóloga, es decir, tejido propio, para que crezca (aunque en el caso de los colgajos, el tejido debe incluir más que piel). El heterólogo es tejido de otra persona o algún sustituto de piel, señala el doctor Iruegas Maeda.

SUSTITUTOS DÉRMICOS

Los sustitutos dérmicos son una alternativa de cobertura cutánea que permite obtener mejores resultados funcionales y estéticos en el tratamiento de enfermedades que afectan la piel. En un principio fueron empleados únicamente en el manejo agudo de pacientes quemados, pero conforme fueron mostrando buenos resultados comenzó a usarse en otro tipo de afecciones cutáneas con fines reconstructivos, estéticos y hasta como rellenos.

El artículo Sustitutos dérmicos definidos de Carlos Fonfach, Luis Girón, Patricio Buquet y Oscar Gutiérrez publicado en la revista Cuadernos de Cirujía en 2012, señala que los sustitutos dérmicos se están utilizando cada vez más en distintos tipos de defectos con muy buenos resultados, compitiendo y muchas veces mejorando los resultados obtenidos tradicionalmente por los colgajos. Aunque, recalcan, esto no quiere decir que los colgajos se dejarán de utilizar, sin embargo es innegable que sus indicaciones se han ido reduciendo cada vez más.

En el artículo se destaca que para que un sustituto dérmico sea considerado como 'ideal' debe: protejer la herida frente a infecciones y evite la pérdida de fluidos; contar con propiedades biológicas que permitan el desarrollo de la neodermis (estabilidad, biodegradación e inmuno-compatibilidad); permitir la afluencia de células que formarán la "neodermis"; ser de fácil manipulación y resistencia, así como contar con disponibilidad y costo accesible.

El costo es una de las principales razones por las cuales estos productos no se han masificado. Sin embargo hay que tener en cuenta la relación costo-beneficio. Muchas veces las alternativas que existen al uso de sustitutos dérmicos son más riesgosas y su costo tampoco es bajo, sopesan los investigadores.

TRATAMIENTO REVOLUCIONARIO

Aunque existe una gran variedad de sustitutos dérmicos en el mercado, el más utilizado en todo el mundo es la plantilla de regeneración dérmica Integra, esto debido a su seguridad y eficacia probada.

En 1969, el entonces profesor asistente del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Ioannis Yannas conoció al doctor Burke, con quien comprendió la problemática a la que se enfrentaba día con día. La necesidad de un material capaz de proteger y acelerar la curación de las quemaduras.

En el video A Life-Saving Discovery at MIT MechE, se muestra como el equipo Burke-Yannas probó con diversos elementos en un laboratorio, pero los experimentos no resultaron hasta que a Yannas se le ocurrió probar con el elemento que abordó en su tesis de doctorado: colágeno, una proteína que forma parte de ciertas fibras de nuestro cuerpo (piel, tendones).

Después de aplicar material se descubrió que en lugar de acelerar la curación, la volvió más lenta. Pero en lugar de rendirse, esto los animó a descubrir por qué sucedía eso, lo que a su vez los condujo a percatarse de que si bien con el empleo de colágeno tardaba más en cerrar la herida, en lugar formar cicatriz, generaba tejido nuevo.

Dicho hallazgo impulsó la investigación que años más tarde daría como resultado a Integra, matriz de regeneración dérmica. Que actualmente está conformada por dos capas, imitando las funciones de la epidermis y la dermis. La capa superior está conformada por una capa de silicón y permite el paso de la humedad, pero a su vez protege de la entrada de agentes contaminantes, mientras que la capa inferior está compuesta por una matriz de colágeno proveniente de tendón bovino y glicosaminóglica, un polisacárido que se obtiene del cartílago de tiburón.

Desde 1971 hasta 1982 dicho material llegó a usarse exitosamente en 35 personas con quemaduras graves; en PubMed, un apartado de trabajos sobre biomédica de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos se encuentran registrados 311 casos y desde que la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó su uso en 1996 cerca de diez mil pacientes han sido satisfactoriamente tratados.

En 2002, la FDA aprobó su uso para la reconstrucción de cicatrices y aunque el doctor Burke falleció en 2011, el año pasado Ioannis Yannas, hoy catedrático de ciencias e ingeniería de polímeros del departamento de Ingeniería Mecánica del MIT, fue reconocido por el Salón Nacional de la Fama de los Inventores de Estados Unidos por este descubrimiento.

Un doctor y un ingeniero dieron vida a uno de los inventos más prodigiosos del siglo XX. Expertos en sus respectivas áreas el doctor Burke y el profesor Yannas a través de la investigación, abrieron un nuevo camino en el tratamiento a las quemaduras. Su invento es tan grande que hoy en día se encuentra disponible en México, Australia, Tailandia, El Salvador, Brasil y otra veintena de países entre los que por supuesto también se cuentan algunos de la Unión Europea. Con el debido entrenamiento, un cirujano plástico puede aplicar dicho tratamiento y en palabras del propio Yannas, Integra es muy útil, debido a que su futuro radica en ser el único material que puede tratar la pérdida masiva de piel en una gran variedad de situaciones clínicas.

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Foto: CINFA
Foto: CINFA
Fragmento del video How a wound heals itself (Cómo sana una herida). Foto: Canal Ted Ed Youtube
Fragmento del video How a wound heals itself (Cómo sana una herida). Foto: Canal Ted Ed Youtube
Dr. John Burke y Dr. Ioannis Yannas sosteniendo su creación. Foto: Mit Mechanical.
Dr. John Burke y Dr. Ioannis Yannas sosteniendo su creación. Foto: Mit Mechanical.
Profesor Ioannis Yannas. Foto: Mit Mechanical
Profesor Ioannis Yannas. Foto: Mit Mechanical
Foto: Archivo Siglo Nuevo
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