Entre el 20 y el 40 por ciento del rendimiento de las cosechas mundiales se reduce cada año por los daños causados por las plagas y enfermedades de las plantas, muchas de las cuales se propagan gracias a la globalización y el cambio climático, advirtió la FAO. Dijo que las hormigas invasoras que devoran los cultivos, o el pernicioso "síndrome de decaimiento rápido del olivo", que seca las hojas y marchita las ramas de este árbol, son sólo algunas de multitud de amenazas para la sanidad vegetal que se están propagando con mayor facilidad en un mundo cada día más globalizado.