Necesarias. El investigador José Luis Reyes dice que las abejas son invaluables al igual que el ser humano. (ARCHIVO)
El impacto de la desaparición de las abejas no sólo representa cuantiosas pérdidas económicas por la producción de miel o de los cultivos que polinizan, sino también en la salud, pues el propóleo, el veneno de abeja y la misma miel, tienen propiedades curativas.
"El problema de las abejas hay que abordarlo de manera integral, que sabemos sus función en la polinización, pero también en la producción de miel, de cera, de propóleo, de veneno y sí tomáramos este conjunto en realidad el valor fuerte, intrínseco de las abejas es igual a la vida humana, no tiene precio", dice el investigador de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, José Luis Reyes.
Explica que el propóleo es una goma que las abejas extraen de los árboles y tiene propiedades desinflamatorias, antincancerígenas, es un antibiótico natural y sirve para tratar las alergias; es base para hacer jarabes, extractos y muchos productos.
Dice que además el veneno de la abeja es desinflamatorio y actualmente la UNAM está trabajando sus propiedades antivirales para el tratamiento del Sida.
Con respecto a la miel comenta que el mismo proceso de fabricación que llevan a cabo es impresionante ya que el néctar una vez que es procesado por las abejas, es más rico en azúcares, vitaminas y encimas.
Además las abejas también producen cera con la cual se preparan cosméticos, cremas y pomadas.
En lo referente al impacto ambiental, José Luis Reyes dice que aún no se ha medido, pero que seguramente desaparecerían algunas especies tanto de flora como de fauna.