Frente al Río Bravo que divide a México y Estados Unidos en Ciudad Juárez, el Papa rezará hoy a los pies de una cruz acompañado de unos viejos zapatos y sandalias que simbolizan el drama de la migración, en uno de los puntos culminantes de su última jornada en tierra mexicana.
"Habrá un reclinatorio, se hincará, orará por aquellos migrantes que han muerto, por aquellos que están en Estados Unidos", afirmó el padre Javier Calvillo, uno de los organizadores, justo después de clavar unas cruces.