Corrupción, tema redundante
Como todos ustedes saben, el tema de la corrupción en nuestro país se ha venido tocando cada día con mayor atención por el hecho de que aún cuando se considera como uno de los grandes problemas de nuestro país, en realidad hasta ahora no se hace nada efectivo por parte de quienes están obligados a atacarlo y resolverlo: los gobernantes municipales, estatales y federales. Para nadie es desconocida la voracidad y el descaro con que las autoridades, con toda liberalidad y para beneficio personal, hacen uso indebido de los bienes y fondos públicos con la seguridad de que lo más probable es que no se les reclame y menos aún se les exhiba y se les castigue por tales ilícitos o sea, lo que se conoce como impunidad.
Justamente el día de hoy en el periódico El Siglo de Torreón aparecen tres artículos contundentes que tocan el tema de la corrupción. Estos tres recomendables artículos se agregan a las carretadas de lo que se ha escrito sobre lo mismo en los últimos años. Un artículo firmado por Arturo González González, otro por Jesús Silva Herzog y otro por Denise Dresser. Los tres artículos bastante documentados describen el gran problema desde diferentes puntos de vista pero prácticamente con las mismas conclusiones: “la corrupción en México no para porque no existe voluntad de la clase política para combatirla con eficacia sino todo lo contrario, ponen los mil y un obstáculos para evitar se conviertan en leyes todas las iniciativas que atenten contra las bien arraigadas fórmulas “corrupción-impunidad; yo te protejo, tú me proteges”.
Recientemente ha tomado auge una iniciativa ciudadana denominada “Ley 3de3” que apoyan con mucho entusiasmo un grupo muy importante de “notables” preocupados porque la corrupción y la impunidad en el país, lejos de disminuir ha aumentado hasta el grado de convertirse en una verdadera burla a la sociedad por el descaro y cinismo por parte de quienes “nos gobiernan”. Dicha “ley” contempla quizá todos los ángulos requeridos para cerrarle las puertas a la corrupción y en todo caso previene castigos severos y ejemplares a quienes la violen. Sería un gran paso para nuestro país.
Sin embargo, es apenas una iniciativa que tiene que cumplir con ciertas condiciones para poder ir avanzando. Y he aquí el problema ya que la misma atenta contra “el sistema” y resulta ser que “el sistema” es a quien corresponde aprobar las leyes y lo más probable es que “el sistema” desvirtúe, le dé largas y en última instancia la relegue hasta provocar el cansancio de los apoyadores, según cuenta la historia de tantas y tantas iniciativas a favor de la sociedad que se han ido a la congeladora. Como ejemplo, la Ley Anticorrupción, nomás no camina.
Creo que hay que apoyar en cuanto nos sea posible, la iniciativa llamada “Ley 3de3”.
Les envío un cordial saludo.
Héctor Astorga
Comarca Lagunera.
