Elecciones. El magnate Donald Trump tiene una última oportunidad de repuntar en las primarias. (EFE)
Con un electorado que no se declara mayoritariamente ni demócrata ni republicano, el estado de Nueva Hampshire celebra hoy martes elecciones primarias abiertas que podrían definir la lista final de aspirantes presidenciales con posibilidades reales.
Alrededor de cuatro de cada diez votantes evita encasillarse como conservador o progresista, por lo que suelen ser vistos como electores de mentalidad independiente, y son claves en un país donde el desenlace de las elecciones suele depender del atractivo de los candidatos para el centro político.
"Los resultados y caídas de Iowa y Nueva Hampshire podrían ofrecer más claridad en la carrera en la que los republicanos enfrentaban un mareador abanico de opciones, como un niño en una tienda de helados", sostuvo el analista electoral Charlie Cook, autor del prestigioso Cook Political Report. Al igual que Iowa, la población de Nueva Hampshire es abrumadoramente blanca (más del 94 por ciento), 3.3 por ciento latina y 1.5 afroamericana, por lo que no es un reflejo fiel del mosaico étnico y cultural de Estados Unidos.
Pero desde 1952 es vista como temprano termómetro del pulso político nacional, por ser la primera elección primaria no sólo tradicional sino abierta, donde pueden votar demócratas, republicanos e independientes por cualquiera de los candidatos presidenciales.
Se trata por ello de una prueba de fuego crucial especialmente para los republicanos, porque un mal resultado podría sepultar las aspiraciones de más de uno de los aspirantes o, por el contrario, catapultar a los primeros niveles a quienes lograron magro apoyo en Iowa.
Aunque si el desenlace de Nueva Hampshire incluye una apretada competencia entre los numerosos aspirantes republicanos -Donald Trump, Marco Rubio, Ted Cruz, Ben Carson, Chris Christie, Jeb Bush, John Kasich y Carly Fiorina-, la definición de los finalistas podría demorar varias semanas. "La única pregunta es si Nueva Hampshire empujará a uno o dos de los candidatos convencionales fuera de la carrera, o incluso a tres si hay una brecha grande entre el principal candidato del 'establishment' y el segundo lugar", señaló Cook.
Entre los republicanos, los candidatos del 'establishment' político son Rubio, Bush, Christie y Kasich- mientras que los insurgentes son Trump, Cruz, Carson y Fiorina, aunque esta última sigue en el sótano de las preferencias.
Aunque las encuestas colocan a Trump como el puntero entre los republicanos, la posibilidad de que algunos candidatos convencionales obtenga un buen lugar abre la posibilidad de que la puja presidencial siga indefinida. De allí que los gobernadores Bush y Chritie y Kasich cifren aquí sus esperanzas. En el campo demócrata, analistas coinciden que Bernie Sanders tiene fuertes probabilidades de derrotar a Hillary Clinton, a pesar de la decisión de la campaña de la exprimera dama de reclutar al expresidente Bill Clinton para poner en duda la sinceridad de Sanders.
En 2008 Obama ganó en Iowa, pero Hillary Clinton en Nueva Hampshire, lo que alargó por varios meses la puja demócrata.
Pero aún cuando Clinton obtenga un segundo lugar distante en Nueva Hampshire, analistas coinciden que podría llegar con un impulso fuerte a la primaria de Carolina del Sur el 20 de febrero.
