El concursante, quien fue el último en entrar a la residencia en Santa Fe, confesó que a pesar de que algunas personas hablan mal de ese proyecto, lo que se vive dentro es real. (TWITTER)
El estudiante de relaciones públicas, Eduardo Miranda, “El Chile”, quien resultó ganador del programa Big Brother México 2015, dijo que esta experiencia le ayudó para madurar, ser más prudente y valorar las cosas.
“Me volví más maduro, yo sabía que tenía un problema, siempre interrumpo a la gente, me meto mucho en las pláticas, con mis amigos siempre lo he hecho, entonces voy a trabajar en eso, no se puede ir por la vida así”, declaró en entrevista.
Contó que desde el primer día en que los participantes se levantan aprenden a valorar todo: la comida y el agua caliente en la regadera.
“Te vuelves más sensible adentro, ya que siempre ves las mismas paredes, las mismas personas y las mismas cosas. Volver al mundo real de esta forma (ganando) es inexplicable, nunca te imaginas la magnitud de todo este proyecto, es lo mejor que he sentido en toda mi vida”, añadió.
Un consejo que le da a quienes deseen participar en los “realities” de ese tipo es que recurran a la autenticidad, sin tener estrategia definida.
“Lo mejor es ser tú mismo, este experimento nunca se me hizo difícil, sólo me divertí, porque no sabes en qué momento se acaba”, subrayó.
El concursante, quien fue el último en entrar a la residencia en Santa Fe, confesó que a pesar de que algunas personas hablan mal de ese proyecto, lo que se vive dentro es real.
“Yo que lo viví les aseguro que fue verdadero desde el momento en que fui a hacer casting. Mi primo me dijo vamos, así que fuimos, nos formamos y pasé los filtros hasta que me quedé como el posible habitante 15”, concluyó
