Ana María Estrada se dedica a las labores del hogar en su casa ubicada en la colonia Eugenio A. Benavides. No fue difícil encontrarla, bastó con caminar un par de cuadras después de la capilla de la Divina Providencia y al preguntar por algún danzante, una señora me remitió con “Anita”, famosa en la colonia por realizar danzas anuales celebrando a la Virgen de Guadalupe.
Al llegar al lugar, la señora Ana María me recibe con alegría y me invita a pasar a su casa. Un altar a la Virgen pareciera que cuida el lugar desde la distancia. Ana María me da una breve descripción del lugar y me contextualiza mientras que varios danzantes desfilan entrando y saliendo de la casa. El calor parece aferrarse al invierno y los danzantes lucen sorprendidos y emocionados porque están a punto de recibir una fecha que esperaron durante todo el año.
'TODO COMENZÓ CON UN MILAGRO
La danza empezó hace 40 años y surgió a partir de un milagro realizado por la Virgen de Guadalupe a la señora Ana María. “Uno de mis hijos, Orlando Tobías, estaba a punto de perder su ojo. Teníamos planeado realizar un viaje a la ciudad de Houston a que se lo extrajeran. Fue tanta la fe depositada en la Virgen de Guadalupe, que justo el día en que nos íbamos a ir, se destapó el lagrimal de mi hijo, el cual ocasionaba el problema. Suspendimos todo, el médico dijo que había sido un milagro”.
-¿Qué representa la Virgen de Guadalupe para usted?
La Virgen de Guadalupe es la madre de Dios. No puedo explicar la emoción y la veneración que le tenemos. Es todo para mí, no sé cómo explicarlo en palabras. Sobre todo, es fe. Es pedirle a mi madre y que ella nos lo conceda.
PREPARACIÓN DE LA DANZA: FE Y DEVOCIÓN
La danza consta de 27 miembros, entre danzantes, tamboreros y familiares que los acompañan durante las peregrinaciones. “Nos preparamos con la víspera, les inculcamos a todos que vayan a danzar con fe y devoción. La emoción en los danzantes comienza desde el 11 de diciembre. El proceso no sólo es ponerse a bailar; nosotros ensayamos, nos preparamos para danzarle a mi madre con toda la voluntad de ofrecerle nuestros mejores pasos.”
'OFREZCAN SU CANSANCIO
Se exige una preparación moral, física y espiritual para poder concluir con una danza. “Yo les digo a mis danzantes: ofrezcan su cansancio, ofrézcanle a mi madre todos sus sacrificios. Que dancen con fe, devoción y respeto a la Virgen”.
Una de las danzantes más leales a la Purísima Concepción es María del Socorro Cruz Salas. Tiene 20 años haciéndolo y comenta que siempre siente una emoción muy grande en las peregrinaciones. “Desde que vamos por el centro, el llegar al templo y escuchar las campanas. Todo eso es muy bonito”
¿DÓNDE ESTÁ TU FE?
En los 40 años de la Purísima Concepción, la señora Ana María comenta que ha habido muchos milagros, todo debido a la devoción.
“Este año fue más especial, me siento renacida porque fue un año muy difícil, sobre todo de salud. Todo eso descompone la unión familiar que tanto cuesta construir. Yo no pensé en llegar a este diciembre, honestamente. Yo ya no puedo, me siento tan enferma que no quiero dejarles a mis hijos esta responsabilidad tan grande. Son ocho días de algarabía en esta casa para preparar esta fiesta, todos son participantes de ella. Este año fue el más difícil de mi vida debido a mi enfermedad”.
“Yo dije que ya no iba a hacer nada. Uno de mis hijos me dijo: ‘Mamá, ¿por qué no? Dónde está tu fe? Tú nos los has inculcado’. El tratamiento es caro e implicaba muchos gastos, mi hijo organizó la fiesta a San Juditas. Lo que yo le pedía a mi madre era que me dejara vivir para ver si yo había hecho el trabajo bien, de inculcarles a mis hijos la devoción por un santo”.
Ana María comenta que le detectaron cáncer de mama en febrero de este año. Aun así, a pesar de haber bajado la guardia durante algunos momentos, la señora se encuentra feliz y animada gracias a la Virgen de Guadalupe.
“Yo estoy agradecida con mi madre por la salud, por la unión y el apoyo de mis hijos, mi esposo y mis danzantes. No me siento cansada. Tengo que agradecer a mi madre santísima que me dio vida y licencia. Este año fue muy especial”.
HASTA QUE EL CUERPO AGUANTE
Otra de las piezas importantes en la Purísima Concepción es Nadia Marcela González, danzante y nuera de Ana María. Al preguntar por los sacrificios que implica ser danzante contestó:
“Batallo mucho por mis rodillas. Cuando estaba embarazada me caí en el baño de mi casa y desde ahí se me complica mucho; me duelen demasiado, incluso no me puedo hincar. Yo digo: ‘Ay, virgencita. Si quieres que te dance pues hazme aguantar’ y sí, en ratitos pero danzo”
Nadia mencionó una anécdota que recuerda con cariño: “Cuando tenía tres meses de embarazo de mi hija Romina, fuimos a San Juan y yo quería danzar. Estábamos allá y cómo no danzarle a la Virgen. Le pedí mucho que cuidara mi embarazo y dancé, sin dar tanto brinco y todo. Regresé con bien y gracias a Dios mi hija nació sana”.
ENSAYOS
A pesar de que las danzas se realizan durante el mes de diciembre, la Divina Providencia se prepara desde antes. Los ensayos empiezan desde junio y se procura que sea en las vacaciones, para tener disponibilidad de todos los integrantes. Desde esas fechas preparan su vestuario y lo adornan. “El día 12 nos vamos a diferentes altares de la colonia y peregrinamos en el barrio” menciona Ana María.
'AQUÍ NO VIENE CUALQUIER DANZANTE'
Ana María comenta que, en primer lugar, cualquier persona que quiera ingresar debe respetar y amar a la Virgen.
“Aquí no entra cualquier danzante: si no vienes con la fe y si no acatas las reglas, aquí no mascas chicle. Yo soy la única que resuelve los problemas y lo hago sin necesidad de que entre haya conflictos entre los danzantes. Es difícil manejar una danza de 26 miembros, manejar las diferentes personalidades y saber sobrellevar y resolver los problemas que existan. Gracias a Dios, me dio la sabiduría, inteligencia y la fe para poder hacerlo. Yo puedo hacer mil danzas, pero aquí lo importante es la devoción; yo no voy a permitir que se vengan a burlar de mi Virgen.
No es fácil entrar a la danza de Anita, porque saben que Anita es especial”.
TRISTEZAS
Con 40 años de manejar la danza, lo peor que le ha sucedido a Ana María fue la pérdida de un integrante: Jesús “Máfer” Salazar.
“Jesús Salazar, mejor conocido en el grupo como ‘Máfer’, tenía 15 años danzando. Fue un gran hombre, un buen danzante y un gran ser humano. Un personaje del barrio. Se quedó en la época del rap, su vestimenta era única. Incluso participó en varios grupos musicales como La Clica y también llegó a cantar con Los chicos de Barrio.”
Relata que la mayor cualidad de “Máfer” era su virtud hacia la Guadalupana. “Él decía que la llevaba tatuada en el corazón. Fue un muchacho muy sano y era un ser humano excepcional”
“Máfer” falleció debido a un derrame cerebral que se desencadenó después de estar internado por problemas de la vesícula. “’Máfer’ le tenía miedo a la muerte” comenta Nadia, nuera de Ana María.
“Espero que mi madre santísima lo tenga en su santa gloria. Sé que así es porque fue un danzante de devoción. No vuelvo a tener uno como él. Agradecerle a mi ‘Máfer’, le quiero decir que lo amo y que siempre va a existir en esta humilde casa y en la vida mía y la de mis hijos”.
VISITAN LA BASÍLICA DE GUADALUPE
Una de las mayores alegrías para el grupo de danzantes es que mediante su fe hacia la Virgen de Guadalupe han tenido la oportunidad de realizar distintos viajes a la Basílica de Guadalupe.
“Los viajes que hemos hecho los hemos regalado nosotros. Fue un milagro que pudiéramos hacerlo porque le pedíamos a la Virgen que nos socorriera para llevar la danza hasta su casa. Fuimos la Basílica y de ahí partimos a San Juan de los Lagos” comenta Ana María.
EL PRÓXIMO DESTINO: ROMA
Ana María sonríe al comentar con emoción sobre su próximo plan.
“Tenemos el propósito de ir a Roma, con un milagro que esperamos de la Virgen. Como todos los milagros que nos ha hecho, éste no va a ser la excepción. Ése es nuestro propósito. Nosotros costeamos todos los viajes. Yo lo que quiero es que vayan y se presenten a danzar.”
Menciona que la idea surgió de su esposo y que lo ideal sería ir en agosto de 2016.
Ana María Estrada de Medina realiza la danza en su casa ubicada en Av. J. Isabel Robles 757 en la colonia Eugenio A. Benavides. Invita a todas las personas a que acudan a los festejos anuales para la Virgen de Guadalupe.
“Adiós, virgencita de Guadalupe, tú que estás en este altar préstanos vida y licencia para volverte a danzar”.
Una año más la danza de la Purísima Concepción celebra a la Virgen de Guadalupe. (RAMÓN SOTOMAYOR)
