Una vez más estamos en la antesala de la serie final que definirá al nuevo monarca de la Liga MX. En la mayoría de las ligas del mundo se hace una pausa al terminar la primera vuelta, usualmente ocurre antes de Navidad y el líder es comúnmente llamado "campeón de invierno", aunque esto más que un logro suele ser una carga para el equipo que finaliza como puntero la parte primera de la competición, pues aunque está ahí por mérito propio aún no es lo que podría ser. Cuando el torneo se reanuda, se espera mucho de esa escuadra y no siempre consigue ampliar su palmarés.
En México, esto se ha perdido porque la codicia ha superado al desarrollo deportivo y los dueños del balón descubrieron el formato de torneos cortos que proclaman dos campeones por año y obliga a los equipos a dar resultados inmediatos y a desechar proyectos deportivos a largo plazo a cambio de ganancias mayores.
Los Tigres llegan a la cita con un marcado favoritismo. Tienen uno de los planteles más vastos no sólo de México sino del continente entero, en el que podemos encontrar a André-Pierre Gignac, un jugador de clase mundial que no necesita más presentación que el número 10 que luce en su espalda. La U de Nuevo León consiguió avanzar a la fase final desplegando un juego ordenado y preciso, como el engranaje que hace girar con exactitud a las manecillas del reloj. Dominó a placer al Diablo en San Nicolás y lo dejó vivir sólo para enfriar el infierno unos días después. Antes se metió a la selva para cazar al Jaguar sin mayor drama que el no haber finiquitado la serie en casa. Y es que esa es la base que define al equipo del Tuca, el carecer de dramatismo.
Sin embargo, enfrente tendrán a los sufridos Pumas que a pesar de haber logrado el liderato en la competencia regular, se toparon con un Veracruz que vendió cara su eliminación. El Tiburón venció en el puerto a los capitalinos en un juego en el que la polémica arbitral jugó de visitante. Para la vuelta, la Universidad Nacional apeló a la localía y a su posición en la tabla para conseguir avanzar. En semifinal tuvo que emplearse a fondo para competir ante América que terminó por autodestruirse no sin antes herir de muerte al felino, sin embargo, no alcanzó a asestar el golpe final.
La final enfrentará a unos Pumas que están dispuestos a canjear su dolor por el trofeo contra los Tigres que tienen todo para ganar. Sin embargo, el futbol necesita que los campeones tengan cicatrices.
