En partido de la fecha 14 de la liga alemana, el mexicano Javier Hernández volvió a fallar varias oportunidades. (AP)
Javier Hernández tiene el don de la terquedad. Corre, se cansa de fallar, pero no para de intentarlo. Hay días que encuentra recompensa.
Cuando la suerte o la letalidad no le alcanza, su carácter necio lo saca a flote a él y a su equipo como ayer domingo. Una jugada suya provocó un autogol para que el Bayer alcanzara el empate 1-1 ante el Schalke 04.
"El Chicharito" encontró la forma de ponerse de frente al portero del Schalke 04, como pocos delanteros en el mundo pueden hacerlo. Sin embargo, las tres oportunidades las desperdició también como suele ser su característica. Cuando el delantero tricolor se para con el pie izquierdo, nada lo endereza.
Pero la noche de ayer domingo echó mano de su tenacidad. Su mente le indica que no deje de ir en la búsqueda del gol, pese a que su cuerpo encuentra la frustración de los fallos. Y, de pronto, la fortuna se pone de su lado. El Bayer caía por el gol de Eric Choupo Moting (50') y Hernández, en una acción de esas que tiene patentadas, le dio un punto a su club.
Luego de mandar demasiado cruzados dos remates al 44' y 55', Hernández pidió la pelota. La recibió como pase filtrado y el mexicano se enfiló a línea de fondo. Mandó una diagonal hiriente que terminó por pegar en la cara del zaguero rival, Sascha Riether (85') para que se decretara la paridad.
El frío que se sentía en la Bayarena se rompió. El grito de gol despertó del letargo a los aficionados locales, cuyos rostros eran azotados por el viento gélido de la ciudad. Las gargantas se quedaron al descubierto y las narices dejaron sus escondites para corear el tanto creado desde los botines del impredecible "Chicharito".
Hernández lo gritó como si fuera suyo. Había tenido un desgaste importante, pues su técnico, Roger Schmidt, le pide sacrificio y que baje a recuperar balones. A veces el atacante se tira a la banda para generar desestabilidad en las bandas rivales. Por esa razón, la diana le dio alivio al siempre criticado artillero mexicano.
Atrás ya quedó la racha de siete partidos consecutivos con diana, porque ahora suma dos choques sin poder derrotar a los porteros rivales, luego de que a media semana contra el BATE Borisov bielorruso se quedara sin marcar. Javier se ha alejado, por unos momentos, de su alimento favorito que suele perseguir sin cansarse.
Pero a su público, que lo acompañó en el autogol del empate, poco le importa que el camiseta 7 se encuentre con una pequeña sequía. Los aplausos al "Chicharito" siguen en Leverkusen. Más que enaltecer sus goles, los fans del Bayer no quieren que su delantero estrella deje esa necedad que les ha dado bastantes alegrías.
Nadie le quita la titularidad. Es una figura dentro y fuera de la cancha. Los fans buscan la playera con su nombre y número, además de que ha hecho grupo con el resto de sus compañeros, quienes lo quieren y lo respetan.
"Chicharito" sigue con su aporte. Pesa en Leverkusen, como nunca lo había hecho en los clubes en los que había jugado antes en Europa.
Seguridad, al máximo
Los recientes atentados terroristas que se suscitaron en París han puesto en alerta a los alemanes y a la Bundesliga.
La policía revisa cada vehículo y paquete que entra al estadio Bayer Arena en el que se disputará el duelo entre el Bayer Leverkusen de Javier Hernández y el Schalke 04.
Hay varios filtros de seguridad en los que guardias, tanto del club como los efectivos de seguridad pública tienen la potestad de darle un vistazo a cada una de las pertenencias de los aficionados. Buscan, de esta manera, reducir al máximo cualquier intento de atentado en el recinto deportivo.
El público accede sin problema a las revisiones, ya que consideran que es para seguridad de los espectadores que acuden al recinto de Leverkusen con el afán de ver a su equipo sin que haya violencia.
