El producto es ahumado con maderas preciosas, principalmente con el roble y cedro, lleva un proceso de siete horas, lapso en el que adquiere una tonalidad tostada, un color natural de la arcilla. (ARCHIVO)
Su elaboración inició en forma artesanal entre las montañas de Tecpatán, en los alrededores de la presa de Malpaso. En esos entonces era tan sólo un experimento, hoy el queso ahumado de Chiapas tiene gran demanda nacional.
El producto es ahumado con maderas preciosas, principalmente con el roble y cedro, lleva un proceso de siete horas, lapso en el que adquiere una tonalidad tostada, un color natural de la arcilla.
El queso ahumado se produce sin químicos en la localidad de Raudales Malpaso, en el rancho Santa Martha, única empresa productora de este comestible.
Una vez elaborado el queso, se envuelve en una tela fina y se pone a ahumar en el fuego sobre una cámara especial que en el interior contiene brasas, a una temperatura de 60 grados.
Aunque la producción de otros quesos se inició hace 25 años, Chiapas se ha ido especializando, ha crecido en marcas, en denominación de origen, por lo que existe una gran variedad en todo el estado.
Es importante destacar que el producto no tiene químicos en el cuajado, no hay colorantes, por eso, nunca se va a echar a perder, el producto es orgánico cien por ciento, puede durar más de un año o dos años en paquete, no se descompone.
Es una conserva, es un producto que cada vez se perfecciona en su elaboración.
