La vacuna contra el VIH
En España, médicos de diferentes nacionalidades se han reunido y dado a la tarea de desarrollar una vacuna efectiva del Sida. Sus resultados han dado en un nuevo tratamiento que podría revolucionar la forma en que se ha tratado la enfermedad hasta ahora.
En 2014, la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó estadísticas que señalan que el Sida ha matado a más de 36 millones de personas en el mundo. Tan sólo en México, según estimaciones del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA), hay 190 mil personas que viven con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).
En una entrevista divulgada hace unos meses por distintos medios a nivel mundial, el director de ONUSIDA, Michel Sidibé, afirmó que el próximo 2016 podría comenzar a ser administrado un tratamiento inyectable contra el SIDA.
EL VIRUS
El sistema inmunitario es una red compleja de células, tejidos y órganos encargada de combatir agentes invasores externos o dañinos del cuerpo. En caso de que no pueda rechazarlos antes de entrar, los encuentra y se deshace de ellos. Sólo en el caso de que no pueda derrotarlos, es necesario tomar un medicamento. Esto es lo que sucede con enfermedades 'cotidianas'. Según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, el VIH mata o daña a ese sistema encargado de proteger al organismo, pero a diferencia de otros virus, el cuerpo humano no puede eliminarlo, de mod que lo tendrá toda la vida.
FASES
El Manual de Procedimientos Estandarizados para la Vigilancia Epidemiólogica del VIH-SIDA de la Secretaría de Salud de México (SS) identifica tres fases de la enfermedad:
Aguda: inicia en el momento del contagio y sus síntomas son fiebre, malestares musculares, inflamación de los ganglios, sudoración nocturna, diarrea, náuseas y vómito; los cuales pueden llegar a ser confundidos con los síntomas de otras enfermedades. El cuadro de la infección aparece entre dos y seis semanas después del contagio, para luego desaparecer.
Crónica: el paciente se encuentra en un estado asintomático porque no presenta ningún síntoma y el virus parece estar inactivo, cuando en realidad está multiplicándose, destruyendo las defensas del organismo.
Crítica: el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) se presenta años después de contraer el virus, cuando el cuerpo ha quedado muy vulnerable ante enfermedades que no afectarían a un humano saludable, las cuales son conocidas como infecciones oportunistas, como la tuberculosis y algunos tipos de cáncer relacionados con el SIDA.
En promedio, una persona infectada, sin tratamiento, puede vivir diez años, antes de que su sistema inmunológico se dañe completamente.
TRANSMISIÓN
La Organización Mundial de la Salud establece que las formas de transmisión son:
Tener relaciones sexuales con una persona infectada.
Recibir transfusiones de sangre contaminada.
Usar agujas, jeringas u objetos punzocortantes contaminados con el virus.
De madre a hijo; la mujer puede traspasarlo a través de la circulación de la sangre compartida durante el embarazo o a través de la leche materna.
TRATAMIENTO
Hasta la fecha no existe ninguna cura para el SIDA, pero sí existen tratamientos para la enfermedad, los cuales deben ser establecidos por un médico infectólogo, para que recete los medicamentos de acuerdo con el estado del paciente, tomando en cuenta, por ejemplo, si este toma otros medicamentos rigurosamente, pues el virus puede desarrollar una resistencia al medicamento
De acuerdo con el portal infoSIDA, el tratamiento antiretroviral (TAR) consiste en el uso de una combinación de medicamentos (politerapia) que impide que el virus se replique, adormeciéndolo y provocando que disminuya la cantidad de VIH, lo que permite fortalecer el sistema afectado, haciéndolo capaz de combatir las infecciones oportunistas, además de reducir el riesgo de contagio. Lo que permite a la persona disfrutar de una mejor calidad de vida.
Es en España donde se desarrolla el HIVACAT, un programa catalán para el desarrollo de una vacuna efectiva del VIH, que reúne investigadores de centros con gran prestigio, como la Universidad de Harvard, de Estados Unidos; el Instituto Pasteur, de Francia y el Royal Free Hospital de Inglaterra. Aunque mantiene los trabajos con miras a encontrar la esperada vacuna, por el momento, el HIVACAT es el impulsor de un nuevo tratamiento inyectable, que reemplazaría las actuales pastillas.
Después de realizar pruebas en el laboratorio, esta alternativa podría comenzar a probarse en infectados a partir del próximo 2016. La intención de este innovador tratamiento es que el organismo, primero se inmunice ante el VIH y luego reconozca las células 'adormecidas' por los antirretrovíricos, para que las ataque el mismo sistema inmunitario.
Esta alternativa supone un avance, ya que como señaló el director de ONUSIDA, Michel Sidibé, “hace unos años una persona que tenía VIH debía tomarse 18 pastillas diarias, hoy solo debe tomarse una y mañana puede que con una inyección cada seis meses le baste”.
Con este descubrimiento, el codirector de HIVACAT, Bonaventura Clotet, proyectó el año 2020 como fecha para erradicar el VIH y curar el SIDA, y el 2030 para detener la epidemia.
EL SIDA EN EL MUNDO
En 2013, se estimaba que 35 millones de personas vivían con VIH en el mundo; 3.34 millones de niños sufren la infección, la mayoría de ellos vive en el África subsahariana y contrajeron la infección a través de su madre.
Desde 2001, los casos de nuevas infecciones han disminuido en un 58 por ciento, mientras que las muertes relacionadas con el Sida lo han hecho en un 35 por ciento.
En 2013, 12.9 millones de personas, el 37 por ciento de los infectados, tuvieron acceso a la terapia antirretrivírica. El porcentaje de adultos que vive con VIH a lo largo del mundo y que recibe el tratamiento que necesita es de un 38 por ciento, pero de los menores infectados solo el 24 por ciento tiene acceso al tratamiento, según señala ONUSIDA.
EL SIDA EN MÉXICO
En 2013, el CENSIDA (Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el Sida) estimó que en México hay 180 mil personas, entre adultos y niños, que viven con VIH o Sida, de los cuales 170 mil son mayores de 15 año. La prevalencia entre la población es de un dos por ciento. El problema más grave radica en el porcentaje de personas que son portadoras del virus y no lo saben (el 50 por ciento de ellos).
Para 2013, eran 89 mil 410 afectados los que recibían tratamiento antirretroviral, de los cuales 57 mil 073 eran atendidos por la Secretaría de Salud. El costo promedio de cada tratamiento, absorbido por la dependencia, rondaba los 44 mil 997 pesos.
En 2012, cuatro mil 974 personas murieron a causa del Sida, mostrando una tasa de mortalidad de 4.2 por cada cien mil habitantes.
En conclusión, el futuro parece prometedor, la que hace veinte o treinta años era una enfermedad mortal, hoy ha sido reducida gracias a la medicina, a padecimiento crónico, uno que se tendrá toda la vida, pero que no impide a los enfermos desarrollarse como seres humanos, con la debida responsabilidad que implica. Los números comparados a los de años anteriores hablan de avances, pero jamás se debe olvidar que lo más valioso es la prevención y el estar informado, así como recordar que un infectado, cualquiera que haya sido su forma de contagio, tiene todos los derechos humanos y, por ende, a recibir un tratamiento sin ser discriminado por su condición.
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