Relojes inteligentes

Si décadas atrás alguien hubiera dicho que con sólo presionar un botón en nuestro reloj de pulsera podríamos acceder a un montón de información, como el pronóstico del tiempo, las noticias, saber nuestra ubicación exacta y obtener las indicaciones precisas para llegar a algún destino específico, probablemente habríamos pensado que era imposible o que simplemente nos estaban relatando una descabellada escena de Inspector Gadget. Pus hoy la tecnología es capaz de simplificar muchas de sus funciones en este clásico accesorio.

En los últimos años, el término 'inteligente' se ha puesto de moda y con frecuencia es asociado a las nuevas tecnologías que aparecen para simplificar nuestra vida diaria. Así pues, el mercado ofrece numerosas opciones para cubrir la demanda de dispositivos programados para realizar funciones específicas que antes sólo podían existir en nuestra imaginación.

Ahora se pueden encontrar automóviles que son capaces de estacionarse por su propia cuenta, televisores que nos recomiendan qué canales ver y celulares aptos para dejar una huella digital de todo lo que hacemos. Además, prácticamente todos estos artilugios cuentan con señal wifi para estar siempre conectados a internet. La tecnología nunca estuvo tan en el aire como en nuestros días.

Los relojes, al ser accesorios ya clásicos por sobrevivir a las últimas tendencias de la moda, también se adaptaron a esta era 'inteligente', de tal forma que ahora desde nuestra muñeca podemos conectar nuestra vida con el mundo digital y así tener literalmente a la mano herramientas para resolver tareas que envuelven muchos aspectos del acontecer cotidiano.

PRIMEROS MODELOS

A pesar de que los relojes inteligentes (muy conocidos también con su nombre en inglés smart watches) se han popularizado y han alcanzado el éxito comercial en los últimas fechas, su historia comprende mucho más que una moda actual. Los primeros relojes inteligentes se remontan hasta los años ochenta, cuando la compañía japonesa Seiko diseñó el Pulsar NL C01, reloj cuya principal característica era el almacenamiento de 24 dígitos de información, que no logró el éxito esperado en el mercado debido a su falta de uso práctico. No siempre un buen invento está en sintonía con su contexto histórico, a veces tienen que pasar años para lograr que la idea concebida pueda ser explotada o comprendida por una generación.

FUNCIONES

No es un secreto que la menor preocupación de quienes adquieren un reloj digital es conocer la hora exacta; hoy en día estos artefactos ofrecen diversas funciones que se adaptan a las necesidades de cada consumidor y están diseñados para sincronizarse vía bluetooth o wifi con otros dispositivos, de tal forma que se convierten, más que en un accesorio estético, en una extensión de los celulares y en un complemento de otras tecnologías.

Así cada usuario puede acceder desde su muñeca a toda clase de herramientas según sus necesidades: escuchar música, ver vídeos e imágenes, consultar información en internet, revisar las actualizaciones de redes sociales y correo electrónico o agendar actividades, además de funciones más complejas como medir la frecuencia cardíaca, la cantidad de pasos que damos o las calorías quemadas a lo largo de un día.

Y como la tecnología no siempre es accesible económicamente hablando, antes de desembolsar una suma considerable de dinero, se deben tomar en cuenta ciertos aspectos para elegir la opción que más se adapte a nuestras exigencias. También hay que tener conciencia de que, más que un artículo de lujo, este gadget puede ayudar, dependiendo la ocupación de cada quien, a organizar mejor algún aspecto de la vida, tal es el caso de los deportistas, quienes encuentran en este dispositivo un complemento ideal para medir su desempeño.

RUNNERS: EL DEPORTE EN LA ERA DIGITAL

Julián Peña es un joven de 29 años de edad y desde hace seis corre regularmente. “Suelo correr como cuatro o cinco días a la semana, saliendo de trabajar. Normalmente corro entre siete y diez kilómetros por sesión”, explica. Viste con una playera deportiva sin mangas color azul y un short negro; lleva zapatillas especiales para correr, sus audífonos cuelgan alrededor de su cuello y en su muñeca porta un reloj que luce más grande que uno común.

“Llevo seis meses con este”, dice mientras señala su muñeca. “Es el segundo que compro y hasta ahora no me ha fallado”. Los audífonos se sincronizan con el reloj mediante bluetooth y así puede escuchar música mientras realiza su sesión de entrenamiento. También puede saber, casi con exactitud, cuántos kilómetros ha corrido, las calorías que ha quemado y su frecuencia cardíaca. “Lo compré en Estados Unidos y me costó 200 dólares. Me ha ayudado mucho para medir mi rendimiento y para monitorear mis tiempos. Es muy cómodo para usar, aunque el único defecto que tiene es que te vuelves medio dependiente de estar viendo el reloj”, comenta.

EN SUS MARCAS...

El mercado de relojes inteligentes ha ido en aumento considerando que cada vez hay más demanda de los dispositivos. Compañías tecnológicas importantes a nivel mundial como Samsung, Sony, LG, Apple, Microsoft, entre otras, expandieron su mercado hacia el de los relojes inteligentes e invirtieron tiempo y dinero para fabricar la mejor opción para los consumidores.

Según un estudio realizado por Smartwatch Group, organización especializada en estadísticas sobre la industria, el reloj más vendido en 2014 fue el Gear Line de Samsung, el segundo lugar se lo llevó el Moto 360 diseñado por Motorola y el tercer lugar fue para el Lifeband Touch de LG. En total, 89 compañías distribuidas en 18 países vendieron relojes inteligentes el año pasado y el costo promedio de un smart watch fue de 189 dólares (alrededor de tres mil pesos mexicanos).

Se destaca que apenas en junio de este año fue lanzado al mercado el Apple Watch, el reloj inteligente de la compañía fundada por Steve Jobs y que apenas en tres meses en las tiendas ha generado mucha demanda por parte de los fieles consumidores de la marca, quienes buscan encontrar en este accesorio un complemento para otros dispositivos como el iPod o el iPhone.

¡QUIERO UN SMART WATCH!

Al igual que con otros dispositivos tecnológicos y otros productos del mercado, antes de comprar tenemos que tomar en cuenta cuáles son nuestras necesidades a la hora de elegir un smart watch y destinar un presupuesto conveniente a fin de no gastar mucho dinero en un aparato cuyas funciones no se van a utilizar. Es necesario recordar que, a diferencia del reloj tradicional, un reloj inteligente va más allá del diseño estético y es un ejemplo de inteligencia artificial construida para facilitarnos la vida.

Algunos aspectos a considerar podrían ser:

Necesidad: si lo que se busca es comodidad para realizar alguna función específica, como salir a correr, nadar, caminar, etcétera, entonces puede ser que el smart watch sea una opción recomendable. Si lo que se requiere, en cambio es realizar otras tareas como ver vídeos o películas, descargar música u organizar tareas, entonces puede que la mejor opción sea un teléfono inteligente.

Compatibilidad: si ya se ha tomado la decisión de comprar un reloj inteligente, es necesario consultar con qué sistema operativo cuenta y si es compatible con los demás dispositivos que se tengan, como teléfonos o computadoras, ya que muchas veces estos tipos de relojes sólo son complementos de otros aparatos.

Comodidad: hay que tratar de elegir un diseño acorde con la personalidad del usario y que al mismo tiempo sea cómodo. Existen modelos clásicos, formales y deportivos que se adaptan a distintas ocasiones. También existen relojes cuyas correas son intercambiables y así se puede contar con varios diseños en uno solo.

Twitter: @gaboacosta89